Sabes que las vidas de los negros importan y quieres ser un aliado eficaz. El primer paso es contraintuitivo: escuchar más.
Un aliado auténtico incluye empatía y compasión hacia la comunidad negra, las personas de color y otros grupos marginados. El aliadismo incluye la autoeducación, el compromiso antirracista y los esfuerzos por el cambio no centrados en uno mismo.
Aliarse significa amplificar las voces de los negros y de las personas de color, apoyar a la comunidad negra en sus acciones y confiar en su experiencia sobre la desigualdad y la injusticia raciales.
Incluso las personas más bienintencionadas que no pertenecen a la comunidad POC pueden desalentar los esfuerzos de la comunidad negra al hablar por encima de las voces negras, hacer suposiciones sobre los cambios que deben o no deben hacerse o invalidar las declaraciones de las POC sobre su experiencia vivida.
Ser un aliado exige que no centremos la conversación en torno a nosotros mismos. Los negros son los expertos en la experiencia vivida por los negros. Para ser un mejor aliado, tenemos que escuchar, amplificar y validar las voces negras. Y escuchar es lo primero.
“Escuchar activamente” fue descrito por los psicólogos Carl Rogers y Richard E. Farson en la década de 1950, y la influencia detrás de este término sigue siendo fuerte hoy en día. La escucha activa sirve para reforzar nuestros lazos sociales, forjar conexiones más profundas y hacernos sentir menos solos. Y, sobre todo, nos capacita para ser mejores aliados. ¿Cómo hacerlo?
Para empezar, practica decir menos cuando escuchas. Parece obvio, pero es más difícil de lo que parece. A menudo queremos hablar, contar nuestras experiencias y dirigir las conversaciones. Requiere esfuerzo limitarse a escuchar de verdad, pero tu interlocutor seguro que te lo agradecerá. Además, cuando te centras más en escuchar lo que dicen y menos en pensar en lo que vas a decir tú, puedes asegurarte de que el 100% de tu atención está en ellos.
A continuación, valida periódicamente lo que te dicen. En la escucha activa, el oyente valida los sentimientos de su interlocutor más que la situación en sí. Aunque no estés de acuerdo con los pensamientos o acciones de la persona, puedes entender por qué se siente o piensa así.
Cuando hables, utiliza el método del resumen. Parafrasea lo que te han dicho para que sepan que se les escucha y se les entiende. Acuérdate de pedir correcciones en caso de que no les estés entendiendo del todo.
Esta técnica de tres pasos: escuchar, validar y resumir, mantiene el foco de atención en el interlocutor y le permite expresarse en un entorno de apoyo y comprensión.
Por lo tanto, hay que evitar extenderse en áreas que puedan parecer críticas, directivas o invalidantes. Para eso también tenemos algunos trucos.
Cuando haga preguntas, céntrese en los sentimientos, no en los hechos. Evita las preguntas del tipo “por qué”; utiliza en su lugar preguntas del tipo “cómo” o “qué”.
Preguntar a la gente “por qué” la presiona para que justifique sus propios sentimientos y experiencias. las preguntas del tipo “por qué” hacen que el interlocutor se ponga a la defensiva en lugar de expresarse. Hacer más preguntas exploratorias (cómo/qué) que preguntas exigentes (por qué) proporcionará un entorno cómodo para que se expresen como quieran, a su propio ritmo.
Por último, recuerda que ellos son los expertos en sus propios sentimientos. Por lo general, no se abren a ti para que les digas qué hacer o cómo sentirse; se abren a ti para que les escuches y les comprendas. Por eso, evita dar consejos, hacer juicios o intentar cambiar sus sentimientos.
Evitar los juicios, los consejos y las reinterpretaciones es difícil. Es probable que veas las cosas desde una perspectiva diferente a la de tu interlocutor, y es natural que quieras expresar ese punto de vista. Pero recuerda que sólo estás escuchando una parte del rompecabezas; ellos lo están viviendo. Estás aquí para escuchar, no para contar.
Recuerda que se necesita tiempo y esfuerzo para ser un mejor oyente y aliado, y concédete a ti mismo la paciencia y la comprensión que estás trabajando para ofrecer a los demás.
Las personas negras y POC son expertas en lo que significa experimentar la desigualdad racial y la injusticia. Los aliados deben escuchar, validar y amplificar las voces negras, no desafiarlas. Los aliados deben asegurarse de que entienden lo que dice la comunidad negra. Utiliza las técnicas de este artículo para escuchar activamente, validar y resumir para asegurarte de que estás escuchando realmente las voces negras. Y, si escuchas otra información de la comunidad negra sobre cómo ser un mejor oyente, escúchala.