Las personas que han sido maltratadas por otros pueden tener muchas dificultades para curarse, porque pueden sentirse provocadas por lo principal que puede ayudarles en su trauma: las relaciones sociales. Por suerte, la curación relacional puede ayudarte a salir de esta dolorosa situación.
La curación relacional implica utilizar conscientemente tu vínculo con una persona elegida y sana, para construir tanto un espacio seguro como una plantilla más sana para futuras relaciones.
La curación relacional te permite recuperar el poder de sentirse bien de la conexión social, que a menudo parece inaccesible para aquellos que han sido heridos socialmente.
Esta hoja de referencia es buena para las personas que han experimentado
Los efectos de nuestras primeras relaciones de apego pueden verse todos los días en nuestras relaciones actuales con los demás. Cuando estos efectos nos causan problemas en las relaciones, podemos referirnos a ellos como “problemas de apego”
El terapeuta de apego y traumas complejos Pete Walker, MA, explica que si experimentamos las primeras relaciones como peligrosas (“peligrosas por la voz despectiva o la mano dura, o más insidiosamente, peligrosas por la lejanía y la indiferencia”), nos volvemos mucho más propensos a experimentar problemas de apego posteriores:
“El abuso y la negligencia recurrentes habitúan a los niños a vivir con miedo y excitación del sistema nervioso simpático, lo que con el tiempo crea en ellos una mezcla de abandono fácilmente desencadenable de miedo abrumador, vergüenza y depresión.”
La solución a esta “habituación” o condicionamiento inútil es crear un nuevo proceso que te condicione a condiciones sociales más seguras. Esto implica encontrar a una persona con la que compartas valores, objetivos y experiencias emocionales comunes, y ayudaros mutuamente a sanar mediante un apoyo mutuo y seguro. Walker llama a esto “curación relacional”, y su objetivo es el “apego seguro ganado”
La curación relacional puede ayudar a cimentar pautas de relación nuevas y más sanas, para curarse del trauma social.
Walker comparte: “Muchos de los clientes que entran por mi puerta nunca han tenido una relación lo bastante segura. La compulsión a la repetición les ha obligado a buscar inconscientemente relaciones en la edad adulta que reproducen traumáticamente la dinámica abusiva y/o de abandono de sus cuidadores infantiles.”