¿Qué significa ser masculino?
¿Es tu capacidad para cargar con toda la compra en un solo viaje sin necesidad de ayuda? ¿O ir al gimnasio a levantar pesas cuando ya sientes que el peso del mundo está sobre tus hombros? Tal vez sea ser el proveedor de tu familia, asegurarte de que tus seres queridos están bien y seguros, cuando tú mismo anhelas que te apoyen. Tal vez, incluso, es ser capaz de hacer cosas difíciles, cepillar las emociones dolorosas, empujar a través de momentos oscuros con una cara valiente, sin dejar que nadie sepa lo difícil que es en realidad.
Si tu definición de masculinidad incorpora disminuir tus necesidades válidas en aras de la hombría, puede que te estés centrando en la masculinidad tóxica. Pero hay una alternativa: la vulnerabilidad masculina. La siguiente conversación puede aportarte una nueva perspectiva.
El panorama actual de la salud mental de la población masculina es el más tumultuoso e inquietante que jamás haya existido. El suicidio es casi 4 veces más común en los hombres y casi el 70% de todas las muertes por suicidio son hombres. Y lo que es más desolador, la población con mayor riesgo de suicidio es la misma que rara vez busca atención profesional. Menos del 50% de los hombres con depresión o ansiedad diagnosticadas reciben tratamiento. Esta tragedia se ha visto perpetuada por el implacable impulso de “ser un hombre”, “endurecerse” y “superarlo”. Un clima asfixiante en el que los hombres creen que no pueden ni deben sentir las cosas que necesitan sentir. Un entorno en el que la masculinidad posee peligrosos matices de toxicidad.
Como resultado de estos estereotipos asociados a la masculinidad tóxica, la hombría se ha entrelazado con características profundamente arraigadas como la valentía agresiva y la fuerza inquebrantable.
Estos rasgos se han entrelazado tan intensamente con lo que significa ser un hombre, que cualquier sentimiento contradictorio, contradice la hombría misma. Pedir ayuda se considera débil. Admitir que tienes problemas te hace parecer frágil. Estos estereotipos han impulsado la idea de que la vulnerabilidad no tiene cabida en la masculinidad. Ha creado un estigma que ha atrapado a muchos hombres en el aislamiento. Ha silenciado las voces masculinas. Ha cerrado puertas que deben permanecer abiertas. Puertas que conducen a conversaciones necesarias sobre nuestra salud, bienestar, emociones, miedos, pasiones, alegrías y mucho más.
Estas conversaciones son un componente necesario no sólo de la hombría, sino de la persona misma. Nuestras vidas son complejas. Estamos llenos de complejidad. Nunca debería esperarse que te enfrentes a esa complejidad tú solo. Merecemos tener un espacio para sentir, compartir y experimentar nuestras emociones, no sólo para extinguirlas.
La valentía agresiva y la fuerza inquebrantable son la base de la definición actual de masculinidad. Poseer un aura implacable de valentía y hacer lo que haga falta para parecer fuerte. Aunque estos términos son aparentemente positivos, pueden conllevar una definición más dura cuando se trata de masculinidad tóxica.
La valentía agresiva puede dejarnos maltrechos y asustados. La fuerza inquebrantable puede dejarnos frágiles y desgastados. Estos rasgos de carácter simplemente no son sostenibles. La valentía no debería requerir peligro. La fortaleza no debería tener como consecuencia el agotamiento.
¿Por qué no probar algo nuevo? Valentía consciente y fortaleza emocional. En lugar de dejar que la masculinidad tóxica nos defina, ¿por qué no redefinimos los componentes de la hombría? Abracemos la vulnerabilidad masculina.
Si pensar en la vulnerabilidad suena aterrador, es porque lo es. Está bien sentir miedo de dejar que alguien vea tu verdadero yo. No la fachada que tan a menudo mostramos para parecer valientes y fuertes. Compartir tu yo más verdadero y genuino es exactamente para lo que está diseñada la vulnerabilidad masculina.
Para sustituir la masculinidad tóxica y adoptar plenamente la vulnerabilidad masculina debemos aceptar algunas cosas. Para empezar, abrirse es valiente. Los estereotipos del pasado pueden haber considerado que abrirse es rendirse, cuando en realidad es negarse a rendirse. Buscar apoyo es un inmenso acto de fortaleza. Demuestra que estás dispuesto a trabajar, a aceptar el miedo y a aprovechar la oportunidad de iniciar tu viaje hacia la vulnerabilidad masculina.
Abrirse no sólo es un acto de valentía, sino también un paso imprescindible para establecer una conexión. Llegar a conocer a los demás a un nivel más profundo. La conexión es una necesidad humana natural. Nos ayuda a alcanzar la mejor versión de nosotros mismos. Encontramos fuerza en nuestro sistema de apoyo y podemos combatir mejor los retos a los que nos enfrentamos. La vulnerabilidad fomenta la conexión. La conexión crea fuerza. Hay fuerza en la vulnerabilidad.
Una de mis analogías favoritas incorpora una de las cosas masculinas más estereotipadas que puedas imaginar: el fuego.
Digamos por un momento que eres un trozo de leña. Si te prendes fuego, seguro que calientas a los que te rodean durante unos instantes, incluso unas horas si procedes del árbol más frondoso. Pero al final, sin duda, te quemarás. Tu llama se extinguirá.
Supongamos que eres un trozo de leña en medio de un montón de troncos. Te prendes fuego y compartes tu llama. Los otros troncos también se encienden y comparten sus llamas con todo el haz. Pronto vuestra reciprocidad ha creado un infierno. Calentando a todos durante toda la noche.
Esta llama más cálida y brillante es por lo que debemos luchar. No podemos hacerlo solos.
Es importante reconocer que este viaje no se hace de la noche a la mañana. Sustituir la masculinidad tóxica por la vulnerabilidad masculina llevará su tiempo.El primer paso para empezar es pequeño, aunque parezca un salto de gigante. Encontrar una parte de tu vida en la que estés dispuesto a ser vulnerable es por donde queremos empezar. Si se trata de concertar tu primera cita terapéutica, ¡fantástico! Si es dedicar cinco minutos al día a empezar a practicar ejercicios de respiración, ¡fantástico! Si es dedicar una noche a la semana a pasarla con tus seres queridos, ¡es perfecto!
Encuentra un punto de partida que te funcione. Demostrarte a ti mismo que eres capaz de practicar estas estrategias de autoapoyo te hará ganar confianza. A medida que aumenta la confianza, disminuye el estigma.
Estoy muy orgullosa de que te embarques en este viaje de valentía consciente y fortaleza emocional. Son los primeros pasos hacia la encarnación de la vulnerabilidad masculina. Esta aventura estará llena de alegrías y sinsabores. Es importante ser intencionales en nuestra navegación. Al igual que debemos seguir una rutina para mejorar nuestra salud física, lo mismo ocurre con nuestra salud mental. La constancia es fundamental. Max Schneider, ex consultor de gestión convertido en defensor de la atención plena y fundador de Sand & Salt Escapes, comparte a continuación algunos de sus consejos favoritos para principiantes sobre la atención plena:
Estos planes no pretenden ser un modelo único. Algunos componentes pueden funcionarte mejor que otros. Pruébalos, mézclalos y adáptalos a tus necesidades.
Cuando le pregunté a Max qué consejo le daría a alguien que está empezando a practicar mindfulness, me dijo lo siguiente:
“Mindfulness es, en todos los sentidos de la palabra, una práctica. Piensa en cualquier otra actividad que hayas aprendido, ya sea un deporte, un idioma, un juego… cualquier cosa. Probablemente al principio te sentiste un poco torpe. Probablemente tuviste momentos en los que pensabas ‘no tengo ni idea de lo que estoy haciendo’ Pero con el tiempo empiezas a asentarte y a sentirte más cómodo. Después de practicar lo suficiente, las cosas empiezan a encajar.
Lo mismo ocurre con la atención plena. En una sociedad que nos ha entrenado para no aburrirnos nunca, encontrar tiempo para sentarse y simplemente “Ser” puede ser un reto al principio. Sé paciente contigo mismo y recuerda que la práctica, en sí misma, es el destino”
Estamos juntos en este viaje. Considera nuestra comunidad aquí en Supportiv como la primera pieza de tu sistema de apoyo. Compártelo y constrúyelo. Si estás luchando, comparte cómo te sientes. Si ves a alguien luchando, hazle saber que te importa. Difunde un poco de amor fraternal.
Si estás buscando formas de iniciar la conversación sobre la Vulnerabilidad Masculina, aquí tienes algunas maneras de empezar. La Dra. Jennifer Wright-Berryman compartió algunos de sus temas favoritos para iniciar la conversación:
*Un ex periodista deportivo y amigo mío, Brandon Saho, tiene una tremenda serie de Podcasts llamada The Mental Game (El Juego Mental) que presenta a celebridades como Terry Crews, Chad OchoCinco, Sam Hubbard y Nate Burleson hablando de sus viajes.
Lo más probable es que muchos de los hombres de tu vida podrían beneficiarse de deshacerse de las limitaciones de la masculinidad tóxica y abrazar ellos mismos la vulnerabilidad masculina. Una sola conversación puede salvar la vida de alguien. Puedes catalizar un cambio positivo en la masculinidad. No sólo para vosotros, sino para todos los que os rodean. Dile a tu gente que la quieres.
Para ti, puede ser leer este artículo. Puede ser encontrar qué aspecto tienen la valentía consciente y la fortaleza emocional en tu propia vida. Si estás aquí, estás dando nobles primeros pasos. Si no lo has oído últimamente, estoy orgulloso de ti. Te quiero.
Para mí, la vulnerabilidad masculina se parece a esto.
Me lo merezco. Tú también te lo mereces.