Los seres humanos son criaturas sociales, y quienes se identifican como introvertidos necesitan la conexión humana tanto como el que más.

Sin embargo, la soledad no suele ser el resultado de la falta de compañía, sino de la falta de compañía de calidad.

La soledad suele ser el resultado de no poder sentirse vulnerable y aceptado por los demás, por lo que puede afectar tanto a los extrovertidos como a los introvertidos. Pero los diferentes estilos de conexión entre personas introvertidas y extrovertidas pueden dificultar que los introvertidos obtengan toda la conexión que necesitan.

Por ejemplo, mientras que el típico extrovertido responderá a un mal día con una salida nocturna, el típico introvertido puede encontrar en una noche tranquila el mejor antídoto contra el estrés. El introvertido necesita otra forma de sentirse conectado e incluido.

¿Los introvertidos tienen defensas contra la soledad incorporadas?

Algunos podrían suponer que los introvertidos tienen más defensas contra la soledad debido a su afinidad percibida por la soledad, pero un estudio en profundidad sobre la soledad de la UCLA revela que el aislamiento a largo plazo provoca soledad, incluso si eres introvertido para empezar.

Además, el estudio reveló tendencias familiares en la soledad, lo que indica que sin un ejemplo de cómo relacionarse con los demás, algunos pueden ser víctimas de un ciclo intergeneracional de soledad.

Como señala el estudio de la UCLA, los introvertidos son humanos y, por tanto, necesitan algún tipo de compañía. Por eso, los introvertidos suelen pasar mucho tiempo con animales, amigos íntimos o familiares.

Estas situaciones son diferentes de estar con la mayoría de la gente, porque las expectativas de rendimiento son menores. El miedo a ser juzgado o rechazado puede ser uno de los aspectos más agotadores de la interacción social.

Aislamiento intencionado frente a aislamiento cíclico

Si se identifica como introvertido y se siente solo, es importante evaluar si ha entrado en un “ciclo de soledad”, como señala la escritora de Psychology Today Sophia Dembling. Dembling, que se identifica como introvertida, explica que para ella la comodidad de la soledad se convirtió en soledad cuando empezó a rechazar invitaciones, eligiendo la comodidad en lugar de la conexión.

Por desgracia, es muy fácil sentirse cómodo con patrones que no sirven a nuestro bien más elevado. Si a esto le sumamos la timidez y/o el miedo a la inexperiencia en entornos sociales, es fácil negarse a uno mismo oportunidades de conectar.

Después de todo, para muchos introvertidos, la incomodidad de socializar puede ser peor que sentirse solo. Sin embargo, los efectos de permanecer solo pueden acumularse a largo plazo.

Formas en que los introvertidos pueden defenderse de la soledad

Muchos mitos rodean a la introversión, así que todos podemos recordar una cosa: que los introvertidos no son fríos ni maleducados. Simplemente se recargan de forma diferente a las personas extrovertidas.

No pasa nada por ser introvertido, pero si lo eres, es importante que seas consciente de cuánto tiempo necesitas estar solo y cuánta interacción necesitas para sentirte conectado.

Además, tomando nota de un concepto del coach motivacional Anthony Robbins, si te encuentras restringiendo tu propia capacidad para socializar, puedes considerar redefinir cómo ves las amistades. Por ejemplo, si tienes por norma que tus amigos te llamen cinco días a la semana, te costará creer que tienes amigos.

Por otro lado, es más fácil sentirse conectado cuando piensas en los amigos como personas con las que compartes apoyo mutuo y te sientes bien a su lado, independientemente de la frecuencia con la que los veas.

Tú eres el experto en ti

En última instancia, la única persona que realmente sabe cómo te sientes eres tú. Por lo tanto, tu mejor defensor contra la soledad también eres tú. Como introvertido, no debes sentirte culpable por necesitar un poco más de tiempo a solas para sentirte pleno.

Todo el mundo quiere sentirse incluido y a algunas personas simplemente les cuesta acercarse.

Al recordar que la soledad no es exclusiva de ningún tipo de personalidad, podemos avanzar hacia una mayor empatía y crear espacios para que todos podamos conectar de forma significativa y satisfactoria con los demás.