Sentirse solo sólo es aceptable en determinadas situaciones, como cuando todos tus amigos están de viaje o echas de menos tu casa. Pero hay otras situaciones en las que es fácil sentirse solo, y nunca lo sabrías, porque nadie habla de ello. Por ejemplo, sentirse solo en una relación es bastante habitual.
Veamos cómo y por qué puedes sentirte solo en una relación, y qué puedes hacer ante esta confusa sensación.
Cuando sentimos esa desconexión distinta y dolorosa de la soledad, nos desesperamos por tener pareja. Vemos películas y escuchamos música que presentan el romance como la solución única. Una relación promete aceptación y conexión, y queremos entrar.
Descargamos aplicaciones, salimos y fingimos hasta que lo conseguimos, presentándonos completos e impecables para atraer a una pareja. Pero entonces pasan seis meses y nuestras preocupaciones no se han disipado como esperábamos. Miramos nuestra relación y nos damos cuenta: seguimos sintiéndonos solos.
No es culpa tuya, ni un problema contigo. Hay varias formas de acabar en relaciones que nos hacen sentir solos.
Cuando conocemos a alguien nuevo, nuestra necesidad de sentirnos aceptados puede deformar accidentalmente nuestra forma de presentarnos. Al fin y al cabo, a todos nos han dicho lo importantes que son las primeras impresiones.
Por miedo a ser rechazados, inconscientemente presentamos la mejor versión de lo que creemos que alguien quiere de nosotros, sin preguntarnos si realmente nos importa lo que piense esa persona en concreto o lo que sintamos por ella.
Nos centramos en si les gustaremos, en lugar de preguntarnos si realmente nos sentimos bien en su presencia.
Aunque nuestras relaciones pueden proporcionarnos contacto humano, a menudo seguimos sintiéndonos solos porque entablamos relaciones sin estar conectados con nosotros mismos. Así, no podemos sentirnos plenamente comprendidos por nuestra pareja. ¿Cómo van a entendernos si no hemos dedicado mucho tiempo a entendernos a nosotros mismos?
Además, por miedo al rechazo, a menudo no establecemos límites claros con nuestras parejas, límites que, de nuevo, provienen de conocernos a nosotros mismos.
Al respetar nuestros propios intereses, damos ejemplo de cómo debemos ser tratados. Y, a su vez, nos permitimos respetar los intereses de nuestra pareja.
Éstas no son las únicas formas de sentirse solo en una relación. Otra es que se nos han dado expectativas poco realistas de lo que son las parejas románticas. Nos han hecho esperar que nuestra pareja nos proporcione todo nuestro apoyo emocional, ¡y eso no es humanamente posible!
Muchos de nosotros hemos entrado en una relación y, con el tiempo, nos hemos desconectado de nuestros amigos y familiares. Nos encontramos pidiendo inconscientemente a nuestra pareja que llene el vacío y nos proporcione todo ese apoyo, por sí misma.
Para cambiar las cosas, recuerda que cada persona tiene sus puntos fuertes, pero también sus propias luchas y necesidades. Intenta respetar las limitaciones de tu pareja en lugar de sentirte rechazado por ellas. Quieren estar ahí para ti, pero no son los únicos que pueden apoyarte. Y también tienen que estar ahí para ellos mismos.
Es muy fácil caer en la trampa de sentirnos rechazados por nuestras parejas, lo que conduce a un mayor sentimiento de soledad.
Si te sientes solo en tu relación, lo mejor que puedes hacer es hablar contigo mismo.
Recuerda que no eres el único que tiene que superar la soledad. Es una epidemia. La mayoría de nosotros hemos pasado la mayor parte de nuestras vidas desconectándonos de nuestros verdaderos deseos para complacer a los que nos rodean; se espera de nosotros que vayamos por la vida presentando un falso yo.
Pero curar la soledad requiere una vulnerabilidad radical. Debemos estar dispuestos a dejarnos ver y a crear espacio en nosotros para ver a los demás. En cuanto a nuestra relación, crear espacio para una verdadera intimidad emocional requiere vulnerabilidad y compromiso por ambas partes.
Al dejarnos ver por completo, podemos empezar a sentir la conexión que nos ha faltado y sanar el sentimiento de soledad en nuestras relaciones.