¿Sus responsabilidades como cuidador son una nueva dinámica entre tú y su pareja? ¿O has sido el cuidador por defecto de su pareja desde que tiene uso de razón?

Tanto si el cuidado es una dinámica nueva o antigua en su relación, puede suponer retos únicos. Como cuidador, puede experimentar sentimientos de tensión o incluso frustración. Esto puede poner a prueba su salud emocional y física y, en algunos casos, la relación que mantiene con su pareja.

La buena noticia es que es posible llevar una vida sana y feliz con tu pareja, y que las relaciones románticas pueden sobrevivir a los retos de la dinámica del cuidado. ¿Cómo?

Cuidar de la otra persona

En primer lugar, hablemos de algunos de los retos a los que puede enfrentarse en este papel tan exigente. La mayoría de las estadísticas sobre cuidadores de parejas se centran en las personas mayores, pero lo cierto es que se puede ser cuidador de una pareja a cualquier edad. De hecho, el 48% de los cuidadores son jóvenes de entre 18 y 49 años.

Cualquiera que sea su edad, el cuidado de una pareja o de otro familiar o ser querido plantea retos únicos. Si eres cuidador de una pareja, no está solo. Los estudios indican que alrededor del 12% de los cuidadores atienden a su cónyuge o pareja.

Éstas son algunas de las preocupaciones que pueden surgir cuando se cuida a una pareja:

1. Agotamiento del cuidador

El agotamiento del cuidador puede conllevar una serie de síntomas, como ansiedad, depresión, estrés, frustración, disgusto, irritabilidad y aislamiento o retraimiento social. La tarea de cuidar pone a los cuidadores en una situación de mayor riesgo de sufrir consecuencias o efectos negativos relacionados con la salud física y mental, razón por la cual es tan importante cuidarse como cuidador.

2. Culpa

Los sentimientos de culpa son comunes entre los cuidadores, especialmente los que cuidan de un familiar o de una persona importante. Es importante recordar que cualquier estrés o tensión que sienta es válido. Lo más probable es que estos sentimientos se deban a que tiene muchas cosas que hacer y no vayan dirigidos a su pareja. No tiene por qué sentirse culpable.

3. Tensión en la relación

Durante una mala racha, el romanticismo puede decaer, o las emociones y necesidades no expresadas pueden generar resentimiento y otras preocupaciones. Por eso es tan importante la comunicación en todas las relaciones, incluidas las románticas en las que hay un cuidador implicado.

4. Opiniones ajenas

Cada relación es única y no todo el mundo entiende el cuidado de una pareja. Si alguna vez has oído a alguien decir “yo nunca podría hacer eso” o “¿cómo puedes tener una relación?”, sabes que esas palabras escuecen. A menudo, esto es producto del capacitismo; la verdad es que tu pareja es en gran medida tu pareja, y así es en todos los sentidos de la palabra. Estáis juntos en esto como en la vida, y tener una dinámica de relación diferente no significa que vaya a fracasar.

Entonces, ¿qué puedes hacer? Las relaciones amorosas son resilientes, y si estás lidiando con alguna de estas preocupaciones u otras relacionadas con ser cuidador de una pareja, la tensión no tiene por qué continuar por más tiempo. Cultiva la resiliencia en tu relación siguiendo estos consejos.

Mantente a ti mismo y a tu relación sanos

Estas son algunas de las casillas que debes marcar para mantener tu salud y la de tu relación como cuidador de un ser querido:

1. Haz de la relación una prioridad

Mantén vivo el amor de forma que satisfaga tus necesidades, las de tu pareja y los detalles únicos de la relación. Esto puede significar dejar notas de amor para el otro, expresar el amor con acciones o palabras, o tener citas nocturnas con regularidad. Las citas nocturnas son vitales para la salud de las relaciones duraderas porque brindan la oportunidad de centrarse en el romance y desestresarse, tanto si las citas tienen lugar en casa como fuera de ella. Lo importante es reservar tiempo para el amor y para disfrutar de la compañía del otro.

2. Crear una rutina de autocuidado

Esto puede incluir mantener un horario regular de sueño, tener herramientas a las que recurrir en momentos de mucho estrés, reservar tiempo para desconectar de forma regular, o cualquier otra cosa. Asegúrate de tener tiempo para ti y para tus amigos.

3. Siente tus sentimientos (sin juzgarlos)

Los sentimientos nos dan información, nos dicen lo que necesitamos. No son hechos ni acciones, pero siempre son válidos. Trabaja en reconocer las emociones sin juzgarlas y llámalas preguntándote: “¿Qué significa esto? ¿Qué necesidad expresa este sentimiento?”

4. Comuníquese

¿Te comunicas con tu pareja? ¿Habláis de cómo os sentís y de lo que necesitáis el uno del otro? ¿Se expresan afecto verbalmente? Los sentimientos van en ambas direcciones, y si tú te guardas tus emociones y miedos, tu pareja puede estar haciendo lo mismo. Cuando habléis de cómo os sentís y expreséis vuestras necesidades, podréis ayudaros mutuamente.

5. Pide ayuda práctica

Tanto si cambian las necesidades de tu pareja como tu propia capacidad, habrá momentos en los que será necesaria ayuda adicional. Aunque no sea el caso, saber cuándo pedir ayuda es importante. Puede pedir a la familia que le ayude en casa, con las tareas de cuidado, o que alguien le cubra cuando necesite tiempo para ti.

6. Busque el apoyo de sus iguales

El apoyo mutuo es crucial para los cuidadores. Puedes hablar con familiares y amigos, buscar un grupo de apoyo en Internet o cerca de ti, o acudir a una red de apoyo entre iguales como Supportiv. Es importante que tengas tiempo para hablar de lo que te pasa en la vida y centrarte en tus propias necesidades emocionales. No es egoísmo, y es la forma en que te preservarás a ti mismo y a tu propio bienestar para poder mantenerte en un estado mental saludable y cuidar de los demás.

Para momentos de mucha tensión…

Cuidar puede conllevar estrés emocional, económico y físico. Cuando te encuentres en uno de esos momentos de alta tensión, tener una forma de afrontarlo es importante. Si estás en un momento de mucha tensión y necesitas algo que alivie la tensión ahora mismo, aquí tienes algunas cosas que puedes hacer:

1. Ten una señal que dar a tu pareja

Puede ser una palabra, una frase, un gesto o incluso un emoji si es a través de un mensaje de texto. Si tienes señales para daros el uno al otro que signifiquen “estoy estresado y necesito apartarme” o “me siento mal y necesito apoyo”, puede ser increíblemente útil. También puedes hacerlo con otras personas de tu vida. A veces, es difícil comunicar tus necesidades cuando el estrés es alto, y una señal puede hacerlo más fácil.

2. Ejercicios de respiración

Los ejercicios derespiración pueden ayudar a aliviar el estrés, dormir y relajarse en general. La respiración 5-5-5 es fácil de recordar: inspira cinco segundos, aguanta la respiración cinco segundos y suelta el aire cinco segundos. Repítelo tantas veces como necesites.

3. Pase tiempo al aire libre

Está demostrado que la naturaleza alivia el estrés y, si está a tu alcance, debes aprovecharla. Ya sea sentándose al aire libre o dando un paseo, la naturaleza puede ayudar a calmar el cuerpo y la mente y a mejorar el estado de ánimo.

4. Realiza actividades relajantes

Puede ser arte, escuchar música, escribir, yoga, juegos sencillos en línea, correr o cualquier otra actividad que te resulte útil y accesible.

5. Busque apoyo social

De nuevo, puede ser a través de amigos, un grupo de apoyo o una red de apoyo. A muchas personas les resulta ventajoso tener un sistema de apoyo formado por varias personas o grupos. Por ejemplo, puedes tener a tus amigos, a tu pareja, una red de apoyo como Supportiv y un grupo de apoyo o un terapeuta, todo a la vez. De este modo, dispones de múltiples formas de acudir cuando lo necesitas.

Tu caja de herramientas no tiene por qué parecerse a la de los demás, pero tienes que tener una. Diferentes habilidades de afrontamiento funcionan para diferentes personas, y encontrar lo que funciona para ti es el objetivo.

En conclusión…

Tú y tu pareja sois un equipo, y lo más probable es que quieran apoyarte tanto como tú a ellos. Conviértase en una prioridad y sepa que merece recibir ayuda de otras personas cuando la necesite.

Para más información y otros temas relacionados con el cuidado, consulte el resto de la colección Cuidadores de Supportiv aquí. Recuerda: ¡tú lo vales!