La escuela no nos enseña a administrar nuestro dinero. Mientras el alquiler, el seguro y Postmates nos llenan la cartera, se espera de nosotros que nos las apañemos sobre la marcha. Resulta abrumador ordenar todos nuestros gastos, pero aquí tienes algunos consejos para controlar la ansiedad financiera y preocuparte menos por el dinero a diario.
Todos tenemos un amigo que parece tener un presupuesto ilimitado. Seguirle la corriente en sus planes de salir por ahí y en sus elecciones de comida significa papel higiénico económico y filetes de la tienda del dólar el resto del mes
Recuerda que si te llevas bien con tu amigo en el fondo, el lugar en el que salgáis no debería importar.
Aveces da vergüenza hablar de dinero, pero establecer límites de gasto puede ser muy útil. Sé transparente con tus seres queridos sobre lo que puedes aportar o permitirte sin sufrir en otros aspectos de tu vida.
No deberían querer que te sientas estresado por si vas a tomar algo esta noche o a comer hoy, y si te avergüenzan por tu situación… es una buena forma de saber que no tienen en cuenta tus mejores intereses, así que nada de vergüenza en cualquier caso.
Las investigaciones sobre mindfulness han demostrado que puede reducir considerablemente los sentimientos de ansiedad, y la ansiedad financiera no es diferente. Comprobar cómo te sientes y qué fue exactamente lo que desencadenó esos sentimientos de ansiedad puede ayudarte. ¿Ha sido al ver el precio de los billetes de avión de vuelta a casa? ¿O revisar el extracto bancario? ¿Se siente culpable, triste o avergonzado? Propóngase practicar constantemente estas técnicas de atención plena para comprobar su cuerpo, cómo se siente y por qué se siente así. Descargarse una aplicación como Headspace, meditar a diario o simplemente tomarse un momento de silencio para escuchar sus propios pensamientos puede ayudarle a encontrar la paz a pesar de la estrechez de su cartera.
Además de la atención plena, ¡sigue cuidándote! Elcuidado personal es increíblemente importante, así que asegúrate de seguir dedicando tiempo a esos hábitos que te hacen seguir adelante.
Todo el mundo ha tenido problemas económicos en algún momento, y no eres el único. Recuerda que, al fin y al cabo, cuidar de ti mismo es lo más importante. Busca ayuda cuando la necesites, sé consciente de tus gastos y de ti mismo, y disfruta de la libertad de vivir dentro de tus posibilidades