Dedicas buena parte de tu tiempo y energía a minimizar las dificultades de tu ser querido. Por eso, cuando rechaza la ayuda profesional que podría aumentar su independencia (y su tiempo libre), tiene derecho a sentirse frustrado.

Tanto si rechaza la ayuda física o emocional que tanto necesita como si no sigue los consejos de un profesional, a continuación le indicamos cómo puede usted, como cuidador, mejorar las cosas para ambos.

Su resistencia duele

Cargar con los problemas de un ser querido es difícil, y más aún cuando se resiste a recibir ayuda. Es posible que se pregunte por qué su ser querido no quiere una ayuda que podría mejorar su vida, por su propio bien o incluso por el suyo. Puede sentirse frustrado, desanimado o incluso herido por su resistencia. Puede tener la sensación de que no llegan a un acuerdo.

En esos momentos, es útil recordar que usted y su ser querido tienen algo muy importante en común: ambos quieren lo mejor para el otro y para ustedes mismos.

Teniendo esto en cuenta, es probable que su ser querido tenga sus propias razones para resistirse a recibir ayuda. Es probable que su comportamiento no se deba a una frustración personal hacia usted, sino a una lógica bienintencionada. Por ejemplo, puede tener dudas sobre si los cuidados propuestos le ayudarán realmente. Pueden sentirse vistos como una carga de la que usted sólo intenta “deshacerse”

Determinar el origen de la resistencia de su ser querido a recibir cuidados puede ofrecer claves sobre cómo llegar a él de forma eficaz.

Empiece por preguntarse: “¿Por qué mi ser querido rechaza la ayuda profesional?”

¿Por qué mi ser querido rechaza la ayuda profesional?

Algunas de las razones más comunes son

  • Preocupaciones financieras y de seguros
  • Estigma contra la revelación de la discapacidad y la necesidad de ayuda
  • Desconfianza en el sistema sanitario o dificultad para encontrar un proveedor adecuado
  • Barreras de comunicación y accesibilidad
  • Deseo de independencia

Abordar el motivo de su resistencia

Las preocupaciones relacionadas con la búsqueda de ayuda profesional para problemas físicos o emocionales tienden a clasificarse en unas pocas categorías generales. Responda lógicamente a cada preocupación en su raíz, con los siguientes consejos y recursos orientados a la acción:

1. Preocupaciones financieras y de seguros

Busque recursos como Medicaid, la Seguridad Social, programas de asistencia basados en el diagnóstico, el programa de tecnología de asistencia de su estado, clínicas gratuitas y cupones para medicamentos.

Averigüe si el seguro de su ser querido cubre la atención sanitaria mental.

2. Estigma contra la revelación de la discapacidad y la necesidad de ayuda

  • Tranquiliza a tu ser querido diciéndole que no está solo y que el hecho de necesitar ayuda no implica que se le juzgue.
  • Busque grupos de apoyo, foros o chats en los que su familiar pueda participar.

3. Desconfianza en el sistema sanitario

En una encuesta de la Fundación Nacional para el Defensor del Paciente, “el 25% de los pacientes afirmaron no haber tenido la oportunidad de hablar de lo que era importante para ellos con sus médicos cuando elaboraron sus planes de tratamiento.”

4. Barreras de comunicación y accesibilidad

  • Encuentre proveedores de cuidados que se adapten a las necesidades de su ser querido, ya sea en cuanto a valores culturales, identidad de género u orientación sexual, o idioma y comunicación.
  • Busque proveedores que puedan visitar el domicilio de su ser querido cuando sea posible, y encuentre lugares de atención que sean accesibles para su ser querido cuando no lo sean (por ejemplo, ¿cómo gestionarán el transporte? ¿Se adapta la estructura del edificio a sus necesidades?)
  • Antes de las citas, asegúrese de que su ser querido está preparado para responder a estas cuatro preguntas para su proveedor, compartidas por Lillie Shockney M.A.S en el sitio web de la NPAF: “¿Qué espera? ¿Qué es lo más importante para usted? ¿Qué es lo que más te preocupa? ¿Qué te da alegría?”

5. Deseo de independencia

  • Convierta a su ser querido en un socio activo en la toma de decisiones para su bienestar.
  • Busque proveedores de cuidados que fomenten el desarrollo de habilidades y ofrezcan adaptaciones que aumenten la independencia de su ser querido.
  • Asegúrele que su régimen de cuidados se ajustará continuamente en función de sus necesidades y deseos.

Todo tipo de barreras, reales o percibidas, pueden impedir que su ser querido acceda a cuidados profesionales. Los sistemas sanitarios no siempre son fáciles de manejar, lo que puede hacer que su ser querido se sienta asustado, abrumado o simplemente desinteresado por intentar conseguir la asistencia que necesita. Abordar la raíz de estos sentimientos puede abrir caminos hacia delante.

Anime a su ser querido a participar en su régimen de cuidados

Si alguna vez se ha sentido tan abrumado por una situación que se ha visto incapaz de hacer nada al respecto, puede imaginarse el estrés que puede sentir su ser querido. Resulta abrumador interactuar con complejos sistemas médicos, sociales y jurídicos sólo para satisfacer sus necesidades básicas.

Cuanto más pueda animar a su ser querido a implicarse en su propio cuidado, mejor será para todos. El compromiso con el propio cuidado a menudo evoluciona hacia la búsqueda de apoyo profesional.

Cualquier medida que pueda tomar para facilitar el proceso puede fomentar su compromiso con los cuidados. A continuación se indican algunas medidas que puede probar. Además, le recomendamos que hable con los cuidadores de su ser querido, con otras personas de su sistema de apoyo y con compañeros que se enfrentan a dificultades similares, para identificar otros enfoques útiles.

Solucione los problemas con la medicación

  • Si su familiar toma varios medicamentos, piense en un organizador de pastillas.
  • Si se olvida de tomar la medicación, pruebe a utilizar alarmas digitales y a asociar el consumo de la medicación con un hábito diario (por ejemplo, al cepillarse los dientes).
  • Si a su ser querido no le gusta su medicación, anímele a hablar con su cuidador para encontrar un medicamento que se adapte mejor a sus necesidades.

Concierte citas y acuda a ellas

  • Marque pestañas, añada números de teléfono como favoritos y tenga a mano la información necesaria para concertar citas.
  • Haga que las citas sean recurrentes siempre que sea posible, para que no tengan que concertar una nueva cada vez.
  • Añada eventos a los calendarios y envíe recordatorios a sus seres queridos.
  • Busca formas de facilitar la asistencia a las citas. (¿Dispone de una conexión a Internet irregular para las reuniones virtuales? ¿Disponen de un medio de transporte fiable para acudir a las reuniones en persona?)

Dedique tiempo a las tareas de cuidado en casa

  • Si su ser querido tiene ejercicios de fisioterapia, “deberes” de psicoterapia u otras tareas en casa, ayúdele a crear una rutina habitual programando estos ejercicios a la misma hora todos los días siempre que sea posible, ya sea junto a otras actividades programadas de su día o entre ellas (por ejemplo, después de la ducha, antes de cenar).
  • En la medida de lo posible, acompáñele en sus actividades.
  • Trabaje con su ser querido para determinar un “incentivo” que pueda ayudarle a mantenerse comprometido (por ejemplo, un programa favorito, un tentempié o una actividad después de completar los ejercicios necesarios).

Reformule la conversación sobre la ayuda profesional

Alexandra Drane, cofundadora y directora ejecutiva de la organización de cuidadores ARCHANGELS, sugiere un cambio de marco útil para considerar la ayuda profesional: “Trabaja para crear expectativas de que tener un gran círculo de apoyo es fantástico. Tú solo eres aburrido” En lugar de abordar esta conversación desde la perspectiva de “obtener ayuda”, hazlo como una oportunidad. Conseguir ayuda profesional en cualquiera de sus formas es una oportunidad para que su ser querido…

  • conocer una cara nueva y descansar de TI
  • recibir ayuda de alguien que sabe lo que hace, en lugar de la torpeza de TÚ
  • aprender algo nuevo de alguien formado en una determinada tarea

Por último, cuida de ti mismo

Al igual que tú quieres lo mejor para tu ser querido, tu ser querido querrá lo mejor para ti. Ser cuidador puede suponer una gran tensión en tu vida, además de tus propios problemas personales.

Es importante dar prioridad a su propio cuidado junto con el de su ser querido. Al igual que su ser querido, usted merece ser feliz, estar sano y sentirse realizado.

Tómate tiempo para recargarte, sea lo que sea lo que eso signifique para ti. Tal vez signifique pasar tiempo con su ser querido compartiendo intereses, o tal vez signifique pasar tiempo a solas para relajarse. Llamar a un amigo es otra forma de descanso.

Como muchos otros cuidadores, puede beneficiarse del asesoramiento profesional o del apoyo de otros cuidadores. Sea lo que sea, asegúrese de preguntarse qué necesita; de lo contrario, no podrá estar en una buena posición desde la que dar.