Para quienes luchamos contra la depresión o cualquiera de sus variantes, el simple hecho de levantarnos cada día puede parecer un gran logro.
Tanto si el desempleo es la causa de tu depresión, como si la depresión es un obstáculo en tu búsqueda de empleo, es difícil conseguir el impulso adecuado para encontrar un trabajo con éxito.
Y ahora, en un mundo devastado por el COVID, puede que estés deprimido, ansioso, enfrentándote a una incertidumbre sin precedentes y recientemente desempleado sin tener ni idea de cómo mantenerte.
La sensación es abrumadora, pero no estás indefenso. En este artículo, vamos a desglosar los pasos que puedes dar para encontrar un trabajo: desde adoptar la rutina adecuada, pasando por la preparación de la entrevista, hasta continuar ante el rechazo.
El desempleo y la depresión van de la mano. En un estudio publicado por los CDC, alrededor del 20% de los adultos jóvenes desempleados incluidos en la muestra sufrían algún tipo de depresión.
Y es fácil ver por qué ocurre esto. Intentar encontrar trabajo estando deprimido es agotador y puede agravar síntomas como la tristeza, la apatía, el sentimiento de inutilidad y la fatiga mental.
Con todo su tiempo libre, puede empezar a cuestionarse su valía, sus intereses o su propósito. El desempleo puede llevarte incluso a una crisis existencial. Y a su vez, estar deprimido puede hacer más difícil encontrar motivación para buscar trabajo.
Encontrar la motivación puede ser una de las partes más difíciles de la búsqueda de empleo. Sí, necesitas un trabajo, pero el miedo al fracaso, la falta de autoestima y la propia depresión te quitan las ganas de salir ahí fuera. Por suerte, puedes tomar algunas medidas de autocuidado para prepararte para el éxito.
Dedica tiempo a prepararte para cada fase del proceso laboral. Si estás preparado, te sentirás menos deprimido y ansioso por encontrar trabajo y tendrás más confianza en tus posibilidades Además, liberarás espacio en tu cerebro, lo que siempre ayuda.
Prepara tus documentos: Si aún no lo has hecho, repasa tu currículum y actualízalo. No tengas miedo de enseñárselo a un amigo y pedirle su opinión. Lo mismo ocurre con la carta de presentación.
Aunque no todos los trabajos requieren una, siempre es bueno tener a mano una plantilla básica de carta de presentación que puedas adaptar a cada empleo al que te presentes. Ambos documentos proporcionan una breve instantánea de tus aptitudes y de cómo te presentas, por lo que es importante perfeccionarlos continuamente a medida que intentas encontrar trabajo.
Preguntas de la entrevista: Aunque aún no hayas llegado a esta fase del proceso de búsqueda de empleo, es importante que hagas una lista de algunas preguntas habituales que suelen hacer los entrevistadores. Haz una lista de estas preguntas y escribe tus respuestas. Concéntrate en la autenticidad y el conocimiento de ti mismo en tus respuestas.
Ten en cuenta que puede resultar difícil planificar las preguntas de una entrevista. Cada entrevistador es diferente y puede preguntarte algo que no esperas, ¡y no pasa nada! Planificar las preguntas más comunes sigue siendo útil y te ayudará a sentirte más seguro. Encontrar un trabajo estando deprimido requiere tantas técnicas de refuerzo de la confianza como sea posible.
Preguntas para el entrevistador: Después de la mayoría de las entrevistas, tendrás la oportunidad de hacer preguntas a tu entrevistador. No desaproveche esta oportunidad, ya que es una forma estupenda de hacerse una idea de cómo funcionan las cosas en el lugar de trabajo. Es una oportunidad para saber si este trabajo es realmente adecuado para ti.
Escribe una lista de preguntas básicas que quieras hacer después de cada entrevista, y basa algunas de ellas en lo que es importante para ti.
Aunque en la búsqueda de empleo no se puede pedir más, saber lo que vales -y lo que necesitas para ser feliz y productivo- demuestra una confianza y una previsión que los empresarios aprecian. Las entrevistas son una conversación bidireccional, y hacer preguntas demuestra un interés genuino por el puesto.
Crear y mantener una rutina añade estabilidad a tu vida, lo que se notará en el proceso de búsqueda de empleo. Una rutina sólida también te da algo en lo que centrar tu tiempo y energía durante el aburrimiento del desempleo, y te hace sentir mejor sobre quién eres. ¡Gana, gana, gana!
Planifica una idea básica de cómo quieres que sea cada día. Piensa cuándo levantarte, dónde buscarás trabajo, cómo presentarás las solicitudes y qué habilidades podrías mejorar (como hablar en público u organizarte).
No tengas miedo de empezar poco a poco, con una o dos solicitudes o algunas tareas a la semana hasta que te sientas cómodo. Si te esfuerzas demasiado, te agotarás antes de encontrar un trabajo y te estancarás aún más en tu depresión por desempleo.
La idea básica es empezar una rutina a la que puedas ceñirte y que, con el tiempo, no te suponga apenas esfuerzo. Después, puedes ampliar el número y la intensidad de las cosas en las que te concentras.
Puedes y debes adaptar tu rutina a cómo funcionas mejor y a lo que te hace sentir cómodo. Esto requiere un poco de introspección.
¿Te pones de mal humor si te saltas el desayuno? ¿Piensas mejor cuando tienes tiempo libre por la mañana? ¿A qué hora del día te sientes más motivado? Coge tu lista de tareas diarias y adáptalas a tu estructura ideal.
Motivarse para empezar a buscar trabajo es difícil, e igual de difícil es mantener la motivación. Hay días en los que no hay esperanza.
Tal vez hayas sufrido una serie de rechazos o no haya puestos vacantes en tu zona. Es completamente normal, y hay algunas cosas que debes tener en cuenta para mantener el ánimo.
Cuando estás deprimido y no encuentras trabajo, puede que algo te falle y pienses: “¿He hecho algo mal?”
Nadie es perfecto, pero estamos bendecidos con la oportunidad de crecer a partir de nuestros errores: adoptar una “mentalidad de crecimiento” te ayudará a aceptar y mejorar a partir de los errores.
¿Crees que te cuesta hablar en las entrevistas? ¿Qué hay de las habilidades específicas de un trabajo en las que podrías tener más experiencia? Anota los puntos en los que crees que puedes tener puntos débiles y haz todo lo posible por remediarlos.
Toma clases en un colegio comunitario local, clases online o practica con amigos y pregúntales cuáles son algunos de tus puntos débiles. Con el tiempo, corregirás esos puntos débiles y te convertirás en un candidato más fuerte en general.
Cuando estés deprimido y no encuentres el éxito en tu búsqueda de empleo, querrás hacer planes que maximicen el valor de tu tiempo de inactividad. Tal vez no encuentre el trabajo a tiempo completo que desea, pero eso no significa que tenga que quedarse en casa esperando la llamada de un empleador.
Aprovecha el tiempo de inactividad para adquirir experiencia adicional, desarrollar habilidades que mejoren tu currículum o, simplemente, para mantenerte, de modo que no sufras ansiedad económica además de todo lo demás.
Evalúa cuáles son tus necesidades en este momento y de qué recursos dispones. ¿Necesitas dinero ahora mismo? ¿Estás dispuesto a trabajar como voluntario? ¿Y si quieres seguir formándote?
Encontrar un trabajo a tiempo parcial o un puesto de voluntario puede ser útil en tu búsqueda de empleo. Los trabajos a tiempo parcial pueden ayudarte sobre todo con las finanzas y pueden ayudarte a adquirir experiencia; los puestos de voluntariado pueden ser una fantástica fuente de experiencia y una puerta de entrada a puestos remunerados más adelante.
Además, cada una de estas opciones puede ayudar a alejar tu mente de tus sentimientos negativos y darte algo más a lo que dedicar tiempo y energía. Todos tenemos una necesidad de“bienestar ocupacional“, o un sentimiento de “satisfacción y enriquecimiento personal derivado del propio trabajo” Satisfacer esta necesidad te ayudará a evitar una crisis existencial relacionada con el desempleo.
Todo el mundo pasa por periodos de desempleo en la vida.
Hay un millón y un factores que intervienen a la hora de encontrar y mantener un trabajo. Puedes ser el candidato perfecto sobre el papel, pero a lo mejor no tienes mucha química con el equipo. O quizá te levantas un día dispuesto a encontrar trabajo, pero hay sequía de vacantes en tu zona.
Estas cosas pasan, y no siempre es culpa tuya. Lo más que puedes hacer es no tomártelo a mal y acordarte de esforzarte al máximo para la próxima vez. Siempre habrá una próxima vez, y si te rindes, perderás esa oportunidad
La búsqueda de empleo puede ser un juego de azar y números, en el que hay que seguir intentándolo para encontrar el éxito. Como decía el personaje de Michael Caine en Interstellar , “sólo tiene que funcionar una vez”
Una red de apoyo sana puede ayudarte a mantenerte motivado y a ordenar tus prioridades. Te animamos a que aproveches el apoyo disponible aquí y ahora.
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