Descubre las razones por las que te sientes constantemente decepcionado e ideas para rebajar tus expectativas, no tu nivel de exigencia.
Es normal La decepción forma parte de la naturaleza humana. Construimos ideas y objetivos en nuestra cabeza y luego los convertimos en expectativas. Cuando los demás no cumplen esas expectativas, nos sentimos decepcionados con los resultados. Sentirse constantemente decepcionado puede hacer que te sientas frustrado, triste y dolido.
Como solución, puedes irte al otro extremo, intentando sentirte apático ante todo. Sin embargo, es imposible ir por la vida con cero expectativas, especialmente cuando los demás tienen sus propias expectativas sobre ti. La solución saludable se encuentra en algún punto intermedio: expectativas más bajas que sigan reflejando tus necesidades, valores e identidad.
En lugar de esperar la perfección o renunciar a todas tus esperanzas y deseos en el otro extremo, simplemente intenta rebajar un poco tus expectativas. Empieza por reflexionar sobre los acontecimientos pasados y trabaja para crear un margen de maniobra y aceptación para futuras decepciones.
Las decepciones no tienen por qué arruinar tu vida Acepta que a veces los demás no satisfagan tus necesidades. Aunque no puedes controlar a los demás, sí puedes cambiar tu propia perspectiva. Sé tu mejor amigo y aprende a trabajar con los demás para llegar a un punto medio.
Reducir tus expectativas puede ayudarte a replantear tu forma de ver las relaciones con los demás. Puedes ganar perspectiva y aprender más sobre ti mismo al pensar más en el punto de vista de la otra persona.
¿Cuáles son algunas formas de rebajar tus expectativas? Aquí tienes una lista de algunas áreas comunes de la vida en las que la decepción te roba la felicidad.
Si se siente constantemente decepcionado con su pareja por San Valentín, los aniversarios, los cumpleaños o por cómo le trata una noche cualquiera entre semana, considere la posibilidad de hablarlo.
Es importante que tu pareja entienda tus necesidades y expectativas sobre cómo satisfacerlas en la relación. Por otro lado, también es importante que entienda los límites físicos, emocionales e incluso económicos de su pareja. Puede haber formas menos agotadoras (y, por tanto, más fáciles) de que tu pareja satisfaga tus necesidades, y viceversa
Recuerda que ambos miembros de la pareja tienen expectativas en una relación; quizá tú también podrías satisfacer mejor las de tu pareja. Juntos podéis llegar a un compromiso que esté al alcance de ambos.
Las decepciones en el trabajo o en los estudios pueden hacer que la vida parezca sombría. Quieres que tu trabajo sea recompensado o reconocido, pero te sientes constantemente ignorado. En lugar de esperar el reconocimiento de los demás, elabora un plan para alcanzar tus objetivos. Esbozar pasos realistas y resultados esperados evitará que te crees expectativas demasiado altas.
Como dicen aquí: “Las expectativas conducen a grandes logros y también, cuando no se cumplen, a una gran frustración… Sé un poco más comprensivo contigo mismo a través de un mayor realismo”
Cuando te sientas decepcionado por regalos o gestos especiales de amigos, pareja o familiares, intenta centrarte en las intenciones que hay detrás de un resultado mediocre. Puede que el resultado no siempre sea lo que querías, pero recuerda el tiempo y la energía que le ha costado a alguien conseguirlo o hacerlo por ti. A ellos les importa, pero quizá no sepan exactamente lo que tú querías.
Es difícil no sentirse decepcionado cuando otros a tu alrededor parecen estar haciéndolo mejor. Pero la naturaleza humana es pensar que la vida les va mejor a los demás, aunque no sea así. Es natural sentir que puedes mejorar, pero hacer mejoras basándote en lo que les va bien a los demás es insostenible. En lugar de eso, siéntete orgulloso de tus propios logros y trabaja para crearte expectativas realistas, para no quemarte intentando seguir el ritmo y el camino de los demás.
A veces sentimos que no nos merecemos las cosas que queremos, así que esperamos que los demás nos las den (o nos traten así). Cuando viene de otra persona, tenemos la confirmación de que ‘nos lo merecemos’, y eso nos permite disfrutarlo aún más. Pero no podemos confiar en que los demás nos den lo que queremos y necesitamos.
Esperar cosas de los demás nos aboca a la decepción. Así que, como consejo general, haz algo pequeño por ti la próxima vez que necesites rebajar tus expectativas. Esto te recordará que eres tú quien controla tus propias expectativas y sentimientos, no los demás.
Si ya te sientes decepcionado y sólo necesitas sentirte recogido, aquí tienes algunas preguntas y ejercicios que pueden ayudarte a conseguir la aceptación que necesitas.
Sentirse decepcionado es universal. Y también lo es el estímulo que supone hablar con alguien que te comprenda. Intenta hablar con un amigo o con una persona comprensiva para sentirte apoyado.
No dejes que tu autoestima decaiga cuando te sientas decepcionado Escribe otras cosas que te hayan sorprendido gratamente o algunos logros personales recientes.
Cuando sientas que alguien te ha fallado, ¡intenta ayudar a otra persona! Puede que te resulte gratificante devolver algo a otras personas que han sentido lo mismo, y puede que te ayude a distraerte de tu propia decepción.
A veces traducimos la decepción en falta de amor. Recuérdate a ti mismo que vales la pena escribiendo una lista de las cosas que te gustan de ti.