Una opción eficaz para mejorar nuestra salud mental es desprendernos poco a poco de nuestros rencores. Liberarnos de sentimientos muy arraigados y profundamente negativos allana el camino para mejorar nuestras relaciones y nuestro bienestar.

Por qué es difícil no guardar rencor

Por supuesto, no es tan fácil dejar atrás el rencor.

El rencor se mantiene por varias razones. Sobre todo porque pueden ser un sustituto o una distracción de emociones más dolorosas.

Guardamos rencor porque..

  • Se traducen en búsqueda de objetivos. Cuando sentimos que alguien nos ha hecho daño, nos aferramos a esos sentimientos negativos en busca de venganza o justicia. Queremos que la otra persona se dé cuenta de lo que ha hecho, sienta remordimientos y aprenda la lección.
  • Dan validez a nuestros sentimientos y experiencias. La ira y el resentimiento señalan que la situación fue real, dolorosa y tuvo consecuencias. El rencor significa que nos han hecho daño y lo sabemos.
  • Pueden sustituir a emociones más dolorosas. El rencor proporciona una sensación de rectitud y superioridad moral que, en última instancia, sirve para distraernos de otras emociones menos deseables: el dolor y la vulnerabilidad.

Por qué es bueno olvidar

Por desgracia, estas razones para guardar rencor tienden a ser contraproducentes. A corto plazo, el rencor puede servir para motivarnos, validarnos o protegernos. Pero a largo plazo, su enfoque interiorizado empieza a causar verdaderos daños psicológicos.

  • Utilizamos el rencor como medio para buscar retribución, pero normalmente no la obtendremos.
  • Utilizamos el rencor para validar nuestras experiencias, pero acabamos centrándonos en lo negativo.
  • Utilizamos los rencores para evitar emociones más dolorosas, pero en realidad no desaparecen.

Los beneficios del rencor son cuestionables. ¿Y los costes?

El rencor puede aumentar la frustración y la ansiedad, la sensación de dolor físico, el riesgo de infarto y los problemas de sueño.

Los rencores no cambian el mundo exterior y empeoran nuestro mundo interior.

Cómo dejar de guardar rencor

En otras palabras, cómo perdonar. No es fácil, pero es posible.

Técnicas interpersonales

El rencor suele ser el resultado de expectativas insatisfechas entre usted y otra persona. Por eso, mantener una conversación abierta y sincera con ella sobre la situación puede ayudar a enterrar el hacha de guerra.

Para que la conversación sea eficaz, tendrás que establecer expectativas claras, expresar tus sentimientos sinceros y escuchar su punto de vista.

Establecer expectativas claras puede aliviar los rencores actuales y prevenir los futuros. Los problemas interpersonales son a menudo el resultado de malentendidos; podemos suponer que la otra persona sabe exactamente lo que queremos, o podemos suponer que sabemos lo que quieren. El primer paso para soltar lastre es exponer honestamente las necesidades de ambas partes.

Expresar tus sentimientos personales ayuda a establecer la importancia de la situación para ti. Es posible que la otra persona ni siquiera se dé cuenta de que lo que hizo fue hiriente, o que no comprenda la gravedad de sus actos en lo que respecta a tu propia experiencia personal. El siguiente paso es hablar con franqueza de tus propios sentimientos y experiencias.

Para comprender la situación en su conjunto, conviene escuchar el punto de vista de la otra persona. Tal vez lo que hizo no fue lo que quería decir o malinterpretó algunas de tus acciones o sentimientos. Entender su punto de vista puede ayudarte a abordar tu rencor. El último paso es preguntarles por sus expectativas y sentimientos.

Ponerlo todo junto:

“Cuando soy amigo/socio/colega de alguien, espero que lo haga _____. Me siento triste/herido/enojado cuando _____. Me siento mucho mejor cuando _____. ¿Qué opinas de la situación? ¿Qué podemos hacer en el futuro para mejorar nuestra relación?”

Técnicas personales

Por supuesto, no siempre es posible o deseable arreglar las cosas con la otra persona. En estos casos, querrás trabajar tu rencor internamente. Para ello, hay que darle la vuelta al rencor y ver qué otra cosa podemos hacer de él.

Objetivos clave:

  • Empatía
  • Aceptación
  • Gratitud

Cómo practicar la empatía

Preguntas que debes hacerte

  • ¿Qué ha podido llevar a esta persona a actuar así?
  • ¿Existen circunstancias externas (personales, económicas, de salud o interpersonales) que puedan haber dificultado que esta persona actuara de forma adecuada?
  • ¿Podría esta persona haber entendido su comportamiento de forma diferente a la tuya?
  • ¿Podría esta persona haber querido que su comportamiento se percibiera de una manera diferente a la que tú interpretaste?

Recuerda:

  • Todo el mundo pasa por algo.
  • Todos cometemos errores.
  • El dolor puede hacer que sea difícil ser una buena persona.
  • La gente siempre está creciendo y cambiando.

Cómo practicar la aceptación

Preguntas que debes hacerte

  • ¿Sirve de algo guardar rencor?
  • ¿El rencor me ayuda o me perjudica?
  • ¿Cómo me sentiría si dejara de guardar rencor?

Recordatorios:

  • No tenemos control sobre las acciones de los demás.
  • No tenemos control sobre todas las situaciones de la vida.
  • Sí tenemos control sobre nosotros mismos.

Cómo practicar la gratitud

Preguntas que debes hacerte

  • ¿Qué me ha enseñado esta situación sobre mí mismo?
  • ¿Qué he aprendido sobre mis deseos y necesidades?
  • ¿Ha salido algo bueno de esta situación?

Recordatorios:

  • Los retos de la vida pueden enseñarnos lo que queremos y lo que es importante para nosotros.
  • Los conflictos nos ayudan a aprender lo que tenemos que hacer para ser mejores personas.
  • El error de otra persona puede enseñarnos a evitar cometer el mismo error con nuestros seres queridos.

Puede parecer que el rencor nos da poder, nos valida y nos protege, pero en realidad sólo hace daño. El perdón, en cambio, nos permite adoptar una perspectiva más amplia.

El perdón valida nuestro sentido de ser una persona amable y resistente. El perdón nos protege de retener emociones que, en última instancia, sólo nos hacen daño a nosotros mismos. Mejora la salud mental, la salud física, el sueño y las relaciones. En pocas palabras, nos hace sentir mejor.

Al igual que muchos esfuerzos para mejorar uno mismo, el perdón requiere práctica. Al igual que la empatía, la aceptación y la gratitud.

No es fácil encontrar lo bueno en lo malo. Pero cuanto más lo hagas, mejor lo harás. Para superar tus rencores junto a otras personas que están pasando por lo mismo, prueba un chat de apoyo anónimo y personalizado.

Tú puedes.