Más personas de las que imagina viven con un dolor insoportable que interfiere en una vida feliz. Según los CDC, 1 de cada 5 estadounidenses sufre dolor crónico. Y, para casi 1 de cada 10 estadounidenses, el dolor crónico llega a ser demasiado.

Si vives con algún tipo de dolor crónico, la información es tu amiga. Siga leyendo para conocer mejor su situación y encontrar nuevas formas de controlarlo.

Preguntas frecuentes sobre el dolor crónico

Encontrarás las respuestas a estas preguntas en el siguiente artículo, pero aquí tienes algunas respuestas rápidas.

¿El dolor crónico es una discapacidad?

El dolorcrónico no suele clasificarse como una discapacidad independiente. Más bien se suele considerar un síntoma de otra enfermedad incapacitante claramente definida (como el cáncer, enfermedades inflamatorias como la artritis, enfermedades autoinmunes como el lupus y enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple).

Sin embargo, si el dolor crónico le impide realizar tareas importantes y no puede encontrar alivio con las medidas habituales, puede ser correcto calificarlo de discapacidad, independientemente del diagnóstico o la definición legal.

¿Cuáles son las causas del dolor crónico? ¿Cuáles son algunas de las causas del dolor crónico?

El dolor crónico puede tener diversas causas. Puede que se haya recuperado hace tiempo de una enfermedad o lesión que lo causó, pero el dolor persiste. Lo vemos en enfermedades posvíricas y otras afecciones que afectan al sistema inmunitario. O puede haber una razón clara y persistente para el dolor crónico (como cáncer, trastornos del tejido conjuntivo o afecciones neurológicas).

La tensión muscular asociada a los mecanismos mente-cuerpo provoca dolor crónico en muchas personas con traumas o trastornos mentales. Además, algunas personas desarrollan problemas de “sensibilización central“, que es cuando el sistema nervioso interpreta las cosas como dolorosas cuando no deberían serlo (¡lo cual no quiere decir que esté en tu cabeza!).

O bien, algunas personas experimentan dolor crónico sin lesiones previas o enfermedades diagnosticadas. Esto no significa necesariamente que no exista una causa. Es posible que todavía no se haya encontrado la causa.

¿Pueden los hábitos poco saludables empeorar el dolor?

Sí, pero las decisiones personales no son la única causa del dolor crónico.

El aumento descontrolado de peso, el estrés excesivo y la falta de sueño son sólo algunos de los factores del estilo de vida que encabezan la lista de agravantes del dolor. Sin embargo, estos factores no siempre están bajo el control de una persona. Es importante evitar la falacia de la responsabilidad personal cuando se habla de dolor crónico.

Sí, las elecciones de estilo de vida pueden contribuir a sentirse mejor o peor. Pero las situaciones familiares, el estrés económico, los traumas del desarrollo, los problemas de salud mental y las afecciones físicas suelen estar fuera del control de la persona. Estos factores pueden influir en el dolor crónico más que los factores relacionados con la elección.

¿Puede el dolor crónico ser insoportable?

El dolor crónico puede ser insoportable en su intensidad. Pero el dolor crónico también se vuelve insoportable cuando los niveles de dolor más bajos persisten en el tiempo. El dolor crónico no tiene por qué ser agudo para ser insoportable.

¿Qué le produce a una persona el dolor crónico?

Los pacientes con dolor crónico pueden sentirse fatigados, incapacitados e incluso aislados socialmente por su dolor. Puede cambiar la forma en que las personas realizan sus tareas cotidianas, cómo completan su trabajo y cómo pasan el tiempo con sus familias. Las personas pueden desarrollar sentimientos de inadecuación o desesperanza debido a su dolor y a las limitaciones asociadas al mismo.

Además, cuando una persona experimenta dolor durante un largo periodo de tiempo, éste puede alterar el cerebro y el sistema nervioso. Estos cambios estructurales y funcionales pueden facilitar la aparición de nuevos dolores.

brain-structures-impacted-by-chronic-pain
Según una investigación del International Journal of Molecular Sciences, éstas son todas las estructuras cerebrales que muestran diferencias en los pacientes con dolor crónico.

No eres débil ni dramático por experimentar lo que experimentas. El dolor crónico es real y tiene efectos reales en muchos aspectos de la vida.

¿Qué es el dolor crónico?

El dolor crónico se define como cualquier dolor que dura más de 12 semanas. Puede estar causado por diversas afecciones, como artritis, fibromialgia, trastornos autoinmunitarios, problemas hormonales e incluso depresión. Sin embargo, también puede deberse a factores relacionados con el estilo de vida, como el trabajo, la forma de dormir o la manera de estar de pie y caminar.

Dado que puede deberse a tantas causas, la prevalencia del dolor crónico es alta (afecta aproximadamente a 1 de cada 5 estadounidenses).

¿Cuándo se considera que el dolor crónico es insoportable o excesivo?

El dolor crónico puede ser insoportable en su intensidad. Pero el dolor crónico también se vuelve insoportable cuando los niveles más bajos de dolor persisten en el tiempo. El dolor crónico no tiene por qué ser agudo para ser insoportable.

Imagina que te duele la cabeza. Sabes que no te vas a morir de dolor y puedes sobrellevarlo. Pero, ¿y si ese dolor de cabeza dura una semana, un mes, un año? Un nivel de dolor “manejable” se vuelve menos manejable cuanto más se prolonga. De este modo, el dolor crónico se convierte a menudo en insoportable.

Para algunas personas, el dolor crónico puede llegar a ser tan intenso que afecte significativamente a su calidad de vida. Si le ocurre algo de lo siguiente, es hora de tomarse el dolor en serio:

  • El dolor persiste
  • Es doloroso moverse
  • El dolor afecta a las actividades diarias
  • Los medicamentos no ayudan
  • El dolor afecta a su sueño
  • El dolor se irradia

Probar, probar y volver a probar es el lema del tratamiento del dolor crónico

Si su dolor crónico ha llegado a ser excesivo, probablemente ya haya probado muchas formas de mejorarlo. Sin embargo, vale la pena considerar que otros factores pueden haber interferido, la última vez que intentó un tratamiento para el dolor crónico.

Por ejemplo, si probaste algo para el dolor mientras padecías insomnio, es posible que no funcionara porque el insomnio es tan perjudicial para el dolor que nada podría revertir sus efectos.

Si tienes dolor crónico, merece la pena que pruebes soluciones más de una vez.

Piensa en la mejor manera de plantear tus preocupaciones a tu médico.

Las personas con dolor crónico están muy familiarizadas con las visitas al médico, y también con la frustración en esas visitas. La frustración no es culpa suya, pero hay algunas formas de aprovechar al máximo una visita al médico cuando se tiene dolor crónico.

1. 1. Sea preciso y utilice la metáfora cuando sea útil

Dar descripciones más precisas puede ayudar a los médicos a entender mejor tu dolor. “Me duele la rodilla todo el tiempo” es menos preciso que “Siento la rodilla como si tuviera papel de lija dentro cuando la muevo, y la siento caliente y dolorida cuando no la muevo” El médico puede hacer suposiciones sobre tu experiencia si no la explicas con detalle, y eso no te ayudará a resolver tu dolor crónico.

2. Describe el contexto

Además, incluir el contexto puede ayudar a los médicos a ver tu situación con más claridad. Puede ser útil comentar cómo cambia tu dolor a lo largo del día. ¿Es frecuente cuando come, camina o realiza determinadas actividades? ¿Hay algo que lo mejore o empeore, aunque sólo sea ligeramente?

3. Hable de la función más que de la emoción

Explique a su médico exactamente cómo le afecta el dolor a su vida diaria. Céntrese en cómo se ve afectada su función, en lugar de en sus emociones. Aunque sus emociones son válidas, el deterioro de la función puede ser más relevante en un contexto médico.

Esto podría significar hablar de cómo le dificulta levantarse de la cama por la mañana, vestirse, sentirse descansado o disfrutar saliendo con los amigos. Debería ser evidente que el dolor perturba su vida. Pero, como en muchas otras situaciones, puede ayudar poner las “apuestas” sobre la mesa.

Mantente tan activo como puedas.

El ejercicio suave (aeróbico o de resistencia) puede ayudar con el dolor crónico: estiramientos, natación, caminar, yoga, etc.

El flujo sanguíneo, la distracción, la luz verde y la liberación de sustancias químicas para sentirse bien pueden hacer que el ejercicio al aire libre sea útil para las personas con dolor. Incluso para las personas que no sienten alivio en respuesta al ejercicio, se ha informado de que muchos pacientes con dolor crónico se sienten más fuertes, más capaces y más en forma después de mover sus cuerpos.

No rehúyas el uso de medicación analgésica, pero no con demasiada frecuencia.

El dolor no tratado tiene un impacto negativo significativo en la calidad de vida y puede tener repercusiones económicas, sociales, psicológicas y físicas. Si el dolor agudo no se trata adecuadamente, pueden producirse cambios inmunológicos y neuronales que contribuyen al dolor crónico.

Aunque no existe una cura general para el dolor crónico, hay numerosas terapias eficaces que pueden ayudarle a funcionar bien y a disfrutar de sus días, dependiendo de la causa de su dolor.

Colabore con su médico para identificar la solución más sencilla a largo plazo mientras experimenta con diversos medicamentos y herramientas, solos o combinados. Un médico puede ayudarle a reducir los riesgos asociados a sus medicamentos para aumentar sus posibilidades de tener muchos días buenos durante muchos años.

No es ninguna vergüenza utilizar las soluciones disponibles para tu dolor. No recibirás una medalla de honor por soportar el dolor sin ninguna ayuda externa. Estar dispuesto a probar las herramientas disponibles (con medicación o sin ella) demuestra que estás intentando activamente sentirte mejor.

Dicho esto, el dolor de rebote es real y puede ocurrir con todo tipo de medicamentos, como el paracetamol, los AINE, los productos que contienen cafeína y los infames opioides. Además, el uso crónico de analgésicos como el ibuprofeno puede provocar daños orgánicos a largo plazo. Para más información sobre los analgésicos y el dolor de rebote, consulte este recurso de la Clínica Mayo.

Como ocurre con muchas cosas en la vida, el equilibrio es clave cuando se utiliza medicación.

Asegúrate de utilizar tratamientos tópicos y herramientas físicas, como el calor o el hielo, para controlar el dolor.

No todos los tratamientos implican medicación. Los tratamientos tópicos o físicos, como los bálsamos, la crema de capsaicina, el calor o el hielo, pueden cambiar la forma en que la sangre fluye por una zona (y, por tanto, cambiar la forma en que tus sentidos perciben el dolor en esa zona). Además, los tratamientos tópicos pueden crear distracción sensorial para aliviar el dolor.

También existen herramientas físicas con las que muchos encuentran alivio. Pruebe a utilizar un rodillo de espuma, una almohadilla vibratoria, almohadas de apoyo para cambiar su posición al dormir o incluso un auto-masajeador, dependiendo del tipo de dolor que experimente.

Los tratamientos externos son una categoría de herramientas de bajo riesgo con muchas opciones diferentes, por lo que siempre puedes probar algo nuevo por si te puede ayudar.

Asegúrate de dormir lo suficiente y profundamente.

El dolor crónico está relacionado con diversos trastornos del sueño. La dificultad para conciliar el sueño, los despertares nocturnos, despertarse muy temprano y sentirse agotado tras una noche de sueño pueden ser causas o efectos del dolor crónico.

Es posible que no pueda cambiar el dolor que interfiere en su sueño. Pero puedes tomar medidas para asegurarte de que el sueño que SÍ tienes es reparador. Aquí tienes dos consejos que cualquiera puede probar para conciliar el sueño más fácilmente a pesar del dolor crónico:

1. Utiliza la respiración como herramienta para conciliar el sueño

Respirar lenta y rítmicamente puede ayudar a conciliar el sueño calmando la mente y el cuerpo y, posiblemente, reduciendo el malestar y el estrés. Según las investigaciones, respirar tranquila y profundamente antes de acostarse puede ayudarle a conciliar el sueño más rápidamente y a permanecer dormido si se despierta durante la noche.

¿El consejo más importante? Haz que tu espiración sea más larga que tu inspiración. Esto envía un mensaje a tu sistema nervioso, activando la acción parasimpática (también conocida como estado corporal de “descanso y digestión”).

2. Tome una ducha o un baño caliente para dormirse más rápido

Para que una persona se duerma, el cerebro tiene que experimentar una bajada de temperatura. Esto puede ocurrir de forma natural cuando el cuerpo se da cuenta de que es hora de irse a la cama. Sin embargo, si desea acelerar este proceso, puede hacer algo contrario a la intuición: darse una ducha o un baño calientes. Según el experto en sueño Dr. Matthew Walker, una vez que sales del agua caliente, tu cerebro experimentará un claro descenso de temperatura, y esto puede acelerar el proceso de quedarse dormido.

Pruebe el yoga u otra práctica cuerpo-mente para el dolor crónico

El yoga es una terapia cuerpo-mente que puede ayudar a aliviar el dolor crónico y mejorar el sueño mediante posturas físicas, respiración rítmica y meditación.

Una forma en que el yoga puede ayudar al dolor crónico es entrenando los músculos para mantener las articulaciones enla “alineación correcta” Tus músculos mantienen las articulaciones en su lugar mientras se mueven, pero si estás sosteniendo tus músculos de una manera poco útil, el movimiento puede causar dolor en los tendones, músculos o articulaciones. El yoga fortalece los músculos de forma que te mantiene mejor alineado, incluso cuando no lo practicas activamente.

Puede ser útil tomar clases de yoga con un instructor certificado que pueda comprobar la alineación, modificar las posturas en función de tu tolerancia al dolor y ayudarte a mantenerte en el buen camino.

Comprende cómo afecta tu sistema nervioso a la gestión del dolor

Si nunca (o rara vez) sales del modo de lucha o huida, eso envía una señal a tu cuerpo de que no estás seguro. Cuando su cuerpo se siente inseguro, es más probable que le envíe una señal de dolor, haciéndole saber que necesita ayuda rápidamente.

En los estados de dolor crónico, el sistema nervioso autónomo puede estar desregulado, lo que a menudo provoca una mayor reactividad a las sensaciones o a los estímulos estresantes. El nervio vago puede volverse poco activo y mantenerle en estado de lucha o huida.

Si no haces caso a las peticiones de tu cuerpo de descansar y recargarte, es difícil que te libres del dolor crónico, por muchas soluciones que pruebes. Tu sistema nervioso no te permitirá ignorar tu necesidad de descanso. Si ignoras esa necesidad, el dolor continuará.

Señales de estar en modo de lucha o huida (también conocidas como señales de que el descanso puede ayudar a su dolor crónico)

  • Comer por estrés (lucha)
  • Náuseas o pérdida de apetito por estrés (huida)
  • Músculos apretados
  • Sudores nocturnos

Consejos para controlar el dolor crónico

⚫ No hay premio para el sufrimiento. Puedes y debes seguir probando tantas terapias y herramientas como sea posible. Es importante mantener la esperanza de que algo acabará funcionando. Las circunstancias, la comprensión actual y las terapias disponibles siempre pueden cambiar.

la forma de comunicar el dolor es importante. Aunque sea un asco, a veces el “paquete” o las palabras que utilices marcan la diferencia en la forma en que los proveedores responden a tu dolor.

⚫ El sueño puede influir en el dolor crónico, pero puede mejorarse por medios no médicos.

el ejercicio y prácticas como el yoga tienen efectos físicos concretos que pueden alterar los mecanismos del dolor. No todo es palabrería. Merece la pena dedicar tiempo al movimiento, incluso cuando el dolor es activo.

⚫ Tu biomecánica y tu postura pueden realmente hacer o deshacer tu estrategia de gestión del dolor crónico.

⚫ Si no puedes cambiar tu dolor crónico, tal vez te ayude hablar de él.

Desmenuzar un tema hablando de él puede ayudarte a dejar de sentirte tan abrumado. Puedes sentirte menos aislado y como si no estuvieras experimentando las cosas solo al hablar con alguien.

El dolor crónico puede ser difícil e intolerable, pero si lo comprendemos bien, sus causas y algunas técnicas para manejarlo, la experiencia puede hacerse más llevadera con el tiempo.