La mecha corta de un compañero puede perjudicar a todos en el trabajo. ¿Cómo puedes tomarte menos a pecho el enfado de un compañero y evitar que perturbe tu trabajo?
La ira en el trabajo es un problema relativamente común. Al igual que muchas otras preocupaciones en el trabajo, podría ser el resultado del estrés laboral. Después de todo, el 62% de los empleados en Estados Unidos dicen que tienen altos niveles de estrés que se combinan con fatiga extrema y sensación de estar fuera de control. el 33% dice que su estrés es constante pero manejable, y sólo el 5% cita sus niveles de estrés como “bajos”
Además, el 10% de las personas afirma trabajar en un entorno en el que la violencia física ha sido una consecuencia del estrés laboral, mientras que el 42% afirma que los gritos y otras formas de abuso verbal son habituales en su lugar de trabajo, y el 29% ha levantado la voz a algún compañero debido al estrés laboral.
Todo esto quiere decir que no estás solo si tienes un colega que parece tener problemas con la ira. Si uno de tus compañeros tiene mal genio, puede ser agotador. Sin embargo, puede que no se trate de ti; algunas personas tienen problemas con la ira, y no puedes cambiarlo tú solo.
Teniendo esto en cuenta, ¿qué puedes hacer para tomártelo menos a pecho? ¿Y qué puedes hacer si empieza a perturbar tu trabajo? Aunque no puedas controlar la reacción de otra persona, hay soluciones.
Tu siguiente paso dependerá en parte de la situación concreta. Utiliza tu buen juicio y considera estos enfoques:
¿Conoces bien a la persona que siempre parece enfadada? Si no la conoces bien, pero notas que parece estar de mal humor la gran mayoría de las veces, podría haber algo debajo, y ese algo podría ser una gran persona. Tal vez, incluso un amigo.
Hay muchas posibilidades bajo la superficie. En primer lugar, es posible que la persona no se dé cuenta de que así es como se muestra. Podría ser su cara de descanso y/o su afecto. Por ejemplo, puede tener un tono “plano” que le haga parecer enfadado. Una vez que hables con ellos, puede resultar que sean amables. Hazle preguntas para conocerle, aparte de la típica: “¿Qué tal el día?”, para saber más sobre él.
Si tu colega está realmente enfadado, hay muchas razones por las que puede estarlo, y es muy poco probable que ninguna de ellas tenga que ver contigo. Hay momentos en los que las personas luchan contra la ira, y realmente no hay nada que nadie pueda hacer.
Ya sea que su enojo esté dirigido a ti o a alguien más, esta persona podría sentirse menospreciada, celosa, o podría deberse a algo que esta persona enfrenta en su vida hogareña. Especialmente si la ira es algo a lo que eres sensible, ten especial cuidado en recordarte a ti mismo, “esto no es por mí”
Con toda probabilidad, cuando escribas sobre el enfado de tu compañero de trabajo, verás más claramente lo injustificado que es. Una vez que puedas ver lo que ha pasado sobre el papel, te resultará más fácil superar el impulso de culparte a ti mismo (o aceptar la culpa que te echan a ti). También es una oportunidad para reflexionar sobre otras circunstancias que pueden haber influido en el enfado de tu compañero. Las circunstancias atenuantes no justifican el enfado del compañero. Sin embargo, pensar en el panorama completo puede ayudarte a tomarte su enfado de forma menos personal.
No tienes por qué ser el mejor amigo de esa persona. Fuera de la interacción necesaria, sé breve y amable. Sé amable con ellos y trátalos como tratarías a cualquier otra persona, pero si has notado que se trata de un asunto de mecha corta, puede que sea mejor mantener las cosas sencillas. Conéctate con otros compañeros, no como un medio para señalar a esta persona, sino para construir las relaciones sólidas que te mereces en el lugar de trabajo.
Si el enfado de otra persona llega al punto de rozar el acoso o el abuso verbal, si te señala a ti o si perturba tu trabajo, puede que sea el momento de hablar con un superior. No tienes por qué dirigirte a esa persona, pero tampoco deberías tener que andar con pies de plomo en el trabajo. Cuando expreses tu preocupación, céntrate en cómo te hace sentir. No querrás que el comportamiento de otra persona afecte a tu rendimiento, conducta o estado de ánimo. Tu jefe tampoco querría eso.
Es importante comunicar si el enfado de un compañero de trabajo está afectando a tu rendimiento. En general, si algo provoca un estrés persistente y grave en el trabajo, indica la necesidad de un cambio.
Por muy estresado que estés por el enfado de un compañero, siempre podrás evadirte al final de la jornada laboral. Después del trabajo, protege tu paz: demuéstrate a ti mismo que siempre hay un refugio, aunque no puedas escapar de la ira durante el día. Comprueba el equilibrio entre tu vida laboral y personal, y asegúrate de cuidarte adecuadamente teniendo en cuenta el estrés laboral. Pasa tiempo con personas que te hagan sentir bien contigo mismo, trabaja para reforzar tu horario de sueño y haz cualquier otra cosa que “llene tu copa”
Si reconoces que luchas con la ira, siéntete orgulloso de ti mismo por ser consciente de ello. No es fácil, no es culpa tuya, y hay formas de mitigarlo.
Tanto si tienes un compañero enfadado como si eres tú el enfadado, es importante que no cargues con el peso tú solo.
Hay un refrán que dice: “Si sostienes un vaso de agua durante un minuto, no hay problema. Si lo sostienes durante una hora, te empezará a doler el brazo. Si lo sostienes durante un día, se te entumece el brazo. El peso del vaso no cambia; se trata de cuánto tiempo lo cargas”
El dicho anterior es pertinente para el enfado en el trabajo, así como para cualquier otra situación que afecte a tu vida y a cómo te sientes. Sea cual sea tu lucha, no tienes por qué superarla solo. Supportiv es una red anónima de apoyo entre iguales, disponible 24 horas al día, 7 días a la semana.
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