La despersonalización crea una barrera protectora contra el trauma. Sin embargo, el fenómeno en sí puede resultar incluso más angustioso que su causa. A continuación, definiremos la despersonalización en comparación con otras experiencias, exploraremos la conexión entre despersonalización y trauma, y veremos formas de hacer que la despersonalización resulte menos incómoda.
Muchos de nosotros confundimos la despersonalización con la disociación y la desrealización. Utilizamos estas palabras indistintamente para describir la sensación de “estar fuera” o desconectado de uno mismo; sin embargo, no son sinónimos. Aunque cada una de estas experiencias se relaciona de algún modo con el trauma, representan fenómenos distintos.
En este artículo nos centraremos en la despersonalización, pero aclaremos todos los términos:
A menudo, la despersonalización se denomina disociación; sin embargo, el término “disociación” es demasiado amplio para abarcar la experiencia despersonalizada. La disociación se refiere más a una desconexión general de cualquier número de experiencias, interacciones o sensaciones.
Ladesrealización te hace sentir desconectado de lo que ocurre en el mundo (por ejemplo, sentir que estás viendo una película en lugar de formar parte de los acontecimientos que se están desarrollando) y/o sentir que las cosas que te rodean están deformadas (por ejemplo, tamaño o color incorrectos). Cuando alguien se siente desrealizado, la conexión con su sentido del yo permanece, mientras que la conexión con un sentimiento de realidad desaparece.
Ladespersonalización, por otro lado, puede verse como lo contrario: el sentido de la realidad permanece, mientras que el sentido del yo se desintegra. La despersonalización surge como un estado onírico en el que experimentas tus pensamientos, sentimientos, acciones, etc. desde una distancia nebulosa. Es como tener una experiencia extracorpórea mientras recorres el mundo. Tus experiencias no te parecen reales. La despersonalización, en concreto, significa sentir una desconexión de tu yo ( tus pensamientos, sentimientos, percepciones o forma física).
Para tenerlo todo claro, he aquí un rápido resumen de las diferencias entre los tres:
Disociación = desconectado de las cosas en general
Desrealización = las personas y el entorno no son reales
Despersonalización = desconectado de uno mismo; el yo no es real
La despersonalización se ha conceptualizado como un mecanismo de protección contra el trauma. La guerra, los abusos, los accidentes, los desastres naturales, etc. son situaciones que parecen conducir a la despersonalización. En la misma línea, los traumas complejos, como las disfunciones en el hogar o el acoso escolar, también pueden provocar sentimientos de despersonalización.
El trauma se produce cuando el cerebro o el cuerpo se sienten impotentes para actuar contra la amenaza percibida; como tal, el trauma puede ser inducido física o mentalmente. De cualquier modo, el trauma nos lleva a emplear mecanismos de protección que nos salvan en el momento, pero que pueden provocar malestar en la vida cotidiana.
Al desconectar de uno mismo mientras se experimenta un acontecimiento traumático, uno puede protegerse de las repercusiones emocionales y mentales de la experiencia traumática. Sin embargo, los mecanismos de protección inducidos por el trauma perduran mucho después del propio acontecimiento traumático. Después de un trauma inicial, la despersonalización puede producirse en cualquier momento, saliendo en tu defensa cuando se desencadenan recuerdos traumáticos, durante ataques de pánico y como resultado de la ansiedad general.
Aunque la despersonalización puede crear una barrera protectora entre tú y tu angustia emocional, puede crear la experiencia aún más traumática de sentirse irreal.
Te quedas atrapado en una burbuja en la que sientes que ni siquiera existes y, como resultado, puedes sentirte totalmente fuera de control. Puedes experimentar un círculo vicioso de despersonalización, angustia emocional, mayor despersonalización, más angustia emocional, etc. Este fenómeno proviene del impulso evolutivo de protegerte, aunque sea de una forma muy incómoda.
Recuerda que, aunque la despersonalización es molesta, te vas a poner bien. Con el tiempo, y con un poco de esfuerzo, aprenderás a mantenerte más conectado con tu sentido del yo y a evitar por completo el impulso de desrealización. He aquí algunas formas concretas de conseguirlo:
Su cerebro puede desconectarse de su sentido del yo mientras intenta protegerle del estrés. Si luchas activamente contra los síntomas de despersonalización, aumentas tus niveles de estrés, lo que puede provocar el bucle de estrés-disociación antes mencionado. Al luchar contra lo que es más o menos un mecanismo de defensa automático, creas un estrés interno adicional, que puede aumentar tanto la gravedad como la frecuencia de los episodios de despersonalización.
Ceder y aceptar la experiencia de la despersonalización no significa que nunca te librarás de ella. Acepta que a veces te sentirás así y que es una respuesta al estrés. Esto debería ayudarte a estresarte menos por la experiencia en sí. Y disminuir tus niveles de estrés reducirá la necesidad de tu cerebro de despersonalizarse.
Intenta abordar estos episodios desde la curiosidad y no desde el miedo o el temor. ¿Por qué me despersonalizo ahora, precisamente ahora? ¿Algo me ha estresado, aunque sea inconscientemente? ¿Hubo algún desencadenante de mi antiguo trauma? Observa lo que ocurre en tu mente, en lugar de pensar por qué es tan malo.
Gran parte del trabajo para superar la despersonalización consiste en reducir los niveles de estrés. Hacer ejercicio, por ejemplo, es una forma estupenda de reducir los niveles de estrés, aunque puede resultar desalentador cuando se tiene una experiencia extracorporal. Si puedes convencer a tu cuerpo de que es seguro haciendo ejercicio, tu cerebro puede captar la señal y sentir menos necesidad de despersonalizarse.
Haz una lista de las cosas que te funcionan y empieza a hacerlas cuando sientas que se acerca un episodio de despersonalización. Cada persona se desestresa de una cosa, así que no te sientas presionado a hacer cosas que te hagan sentir incómodo. El objetivo de hacer estas cosas es que te sientas más tranquilo y relajado.
Eye Movement and Desensitization Reprocessing (EMDR) es un tipo de terapia orientada al trauma que ha demostrado ayudar con la despersonalización. Además de terapias específicas para superar el trauma, un terapeuta puede darte técnicas útiles para afrontar tus experiencias de despersonalización antes, durante y después de un episodio. Además, pueden ayudarte a trabajar las raíces emocionales de la despersonalización. Si abordas las causas principales de la despersonalización, los episodios serán menos frecuentes.
Por último, pero no por ello menos importante, el apoyo entre iguales puede ayudarte cuando te sientas perdido y desvinculado. Por ejemplo, Supportiv es una opción maravillosa para recordarte que eres una persona autónoma, bella y única que los demás son capaces de ver, incluso cuando tienes problemas para ver o percibir tu propio yo. Además, los compañeros pueden compartir sus técnicas para afrontar la despersonalización y recordarte que no estás solo en esto. Lo superarás y no tienes por qué hacerlo solo.
La despersonalización es dura. Sentirse alejado de uno mismo es una experiencia aterradora, pero si aprendes más sobre por qué lo hace tu cerebro, cómo minimizar los efectos y cómo reducir su frecuencia, puedes hacer que perturbe menos tu vida. No estás atrapado por tu trauma en la despersonalización; tu mundo interior no siempre funcionará de acuerdo con esas cicatrices.