Muchos de nosotros queremos sentir los beneficios de llevar un diario, pero el proceso nos resulta tedioso y nos consume el alma. Sin embargo, llevar un diario puede ser una herramienta de mantenimiento de la salud mental extremadamente importante, e incluso puede ayudarte a establecer y alcanzar importantes objetivos personales. Afortunadamente, llevar un diario puede ser mucho más de lo que la mayoría de nosotros solemos pensar: ¡no te rindas todavía!

Si no te gusta escribir u odias la presión de llevar un diario todos los días, tienes muchas opciones a tu disposición, opciones más fáciles y a menudo más interesantes y divertidas que un diario tradicional. Contrariamente a la creencia popular, los diarios pueden adoptar muchas formas creativas, adaptadas exactamente a cómo te gusta expresarte y reflexionar sobre la vida.

A continuación, encontrarás ideas creativas y para debatir sobre cómo empezar a llevar un diario, sin dolor y sin forzarte a adoptar un hábito que no es adecuado para ti.

¿Llevar o no llevar un diario?

Para aquellos de nosotros cuyos pensamientos corren constantemente, llevar un diario nos ayuda a relacionarnos con nuestra propia mente. Si podemos mantenerlo, claro.

Llevar un diario puede ser un método convincente de autoexpresión, en el que puedes plasmar tus experiencias y sentimientos en un trozo de papel sin miedo a ser juzgado. Esto puede ayudar a crear una sensación de perspectiva clara hacia la propia vida, lo que ayuda a la salud mental a largo plazo. Es un hábito estupendo porque te hará más consciente de ti mismo, procesarás tus sentimientos y resolverás conflictos internos.

Sin embargo, el autoconocimiento puede ser una de las cosas que más miedo nos dan como humanos. El autoconocimiento a menudo conlleva autoconciencia, lo que puede causar una gran incomodidad inicial.

Para muchos de nosotros, escribir un diario también supone un reto por otros motivos. Tal vez tengas miedo de enfrentarte a tus sentimientos. Evitas escribir las cosas porque las emociones son intensas. Puede que estés abrumado por todas las cosas que pasan en tu vida y sientas que no tienes tiempo para escribir. O puede que sea otra cosa Todos estos sentimientos son válidos.

¿Y si redefinimos lo que es llevar un diario?

Si te preocupan las limitaciones de tiempo, no hace falta tanto para escribir una entrada; escribir en tu diario puede formar parte de tu rutina nocturna. Puedes darte un baño o una ducha, ponerte el pijama, meterte en la cama y escribir durante 10 minutos. O si te preocupa enfrentarte a tus sentimientos, tienes el control sobre lo que escribes (o decides no escribir) en tu diario.

También puedes optar por no escribir nada.

Aparte de la incomodidad que puede producirnos la claridad, también está el reto de escribir en sí. Expresar pensamientos y sentimientos profundos es vulnerable, incluso cuando no hay nadie más cerca; combina esa sensación de vulnerabilidad con los ecos de la escuela, las tareas de escritura y las calificaciones, y escribir en un diario se convierte en algo totalmente desalentador.

Como ya se ha mencionado, escribir un diario no tiene por qué implicar escribir, aunque suele ser la forma en que nos lo imaginamos. El reto de etiquetar las emociones con las palabras correctas y de reflejar con precisión nuestras experiencias internas puede hacer que para muchos llevar un diario sea inútil.

Pero la buena noticia es que llevar un diario no tiene por qué implicar palabras. No tiene por qué implicar anotaciones diarias y sentimiento de culpa por los días perdidos. Tu diario sólo tiene que permitirte recordar momentos y sentimientos importantes de una forma que te resulte provechosa.

Esto significa que, en lugar de diarios escritos, los diarios pueden parecer colecciones de fotos, textos de amigos o garabatos inspirados en tus días.

Lo mejor de llevar un diario es que puedes anotar lo que te ha ocurrido en un momento concreto de tu vida de una forma que te resulte familiar. Puedes trabajar emociones complicadas llevando un diario sin escribir, utilizando en su lugar collages de memes o colocando un recuerdo diario en una cápsula del tiempo.

De este modo, llevar un diario sigue siendo una forma excelente (y gratuita) de autocuidado mental y emocional. La clave está en encontrar una forma de documentar el día sin añadir un paso extra a la rutina. Si consigues que llevar un diario sea divertido para ti, se convertirá en algo que esperas con impaciencia, en lugar de ser una tarea más.

Cómo llevar un diario: ideas alternativas

Hay formas de llevar un diario que no requieren escribir en un cuaderno normal. Para elegir el método que mejor se adapte a ti, piensa en el tipo de registro que ya realizas.

¿Haces muchas fotos en Snapchat o Instagram? ¿Te gusta hacer listas? En lugar de empezar un nuevo hábito de diario, ¿por qué no integrar el concepto de diario en tu hábito actual?

Aquí tienes algunas formas poco convencionales de llevar un diario que quizá se te peguen mejor:

1. Crea un “diario” de Snapchat/instagram

Cada día, haz una foto que represente tu experiencia: un amigo al que has visto, una relajante panorámica de una excursión o un selfie con cara de enfado. Aplicaciones como Snapchat te permiten guardar fotos en “recuerdos”, y las aplicaciones comparten estos recuerdos contigo al final de cada mes, y en aniversarios importantes. Si te cuesta echar la vista atrás sin un recordatorio, este método de diario puede resultarte especialmente fácil. Estas fotos documentan dónde has estado y cómo han cambiado las cosas con el tiempo. Incluso puedes añadir pies de foto para aproximarte a la “escritura” de un diario. Sólo tienes que asegurarte de reflexionar periódicamente sobre tus fotos.

2. Convierte tus listas de tareas en un diario

Si haces una lista de tareas diarias, úsala como base para tu diario Cada día, guarda tus tareas diarias en una carpeta o documento con la fecha. Al final del día, puedes resumir cómo te has sentido, por debajo. Si te olvidas de un día o de un resumen, no te preocupes. Este tipo de diario puede ayudarte a encontrar patrones entre tus estados de ánimo y tus actividades diarias.

3. Lleva un diario con viñetas

Para las personas que desean una salida creativa regimentada, el bullet journaling puede ser una gran herramienta. Consiste en escribir listas de cosas que han ocurrido durante el día o una serie de pensamientos representados con viñetas. Este tipo de diario puede reforzar la autoestima de los maniáticos del orden o ayudar a los artistas a estructurar su autorreflexión creativa.

4. Tómate un descanso diario de 10 minutos para garabatear

Coge un cuaderno, programa un temporizador para 10 minutos al día y deja que tu mente y tu lápiz vayan por libre todo el tiempo.

Una vez al mes, o cuando te acuerdes, dedica un rato a repasar tus garabatos más recientes. Fíjate si observas algún patrón, por ejemplo, si puedes deducir algo sobre tu estado de ánimo diario a partir de lo que sueles dibujar. Por lo menos, hacer garabatos al final del día es una forma estupenda de calmar la mente.

5. Utiliza notas de voz

Llevar un diario no tiene por qué ser en papel Si te resulta fácil hacer un resumen de tu día en un par de frases, prueba a utilizar la función de notas de voz de tu teléfono. Cuando te apetezca, graba un breve clip en tu teléfono. Puedes grabar una serie de grabaciones de voz que resuman los acontecimientos del día o simplemente capturar tus emociones en un momento dado. Esta forma alternativa de llevar un diario también te permite escuchar el tono de la emoción en tu propia voz, que puede sonar diferente a como la habrías descrito tú.

Si no te atrae ninguna de estas opciones, no estás de suerte.

Puede que ninguna de estas alternativas a llevar un diario te parezca adecuada. Tampoco pasa nada Pero realmente sirve de algo desahogarse y ser validado por otras personas comprensivas.

Si necesitas sacarte de la cabeza pensamientos o sentimientos difíciles, pero llevar un diario no es lo tuyo, puedes desahogarte de forma anónima aquí, 24 horas al día, 7 días a la semana, en un chat de apoyo entre iguales.

Los chats de apoyo entre compañeros de Supportiv no te juzgan y son una buena forma de reagruparte al final de un día duro. No pasa nada por pedir ayuda cuando necesitas que alguien te escuche. No tengas miedo de pedir apoyo; puede que incluso ayudes a otra persona compartiéndolo.