Es humano pensar en el peor de los casos. ¿Y si no lucharas contra ese instinto? ¿Y si pudieras utilizar tu pesimismo como una forma de diario de gratitud?
En lugar de presionarte para completar un diario de gratitud de mariposas y arco iris, aprovecha tu pensamiento catastrófico. Como sugiere The School Of Life en The Emotionally Intelligent Office: “Empieza cada día con una meditación breve pero minuciosa sobre las muchas humillaciones e insultos de los que podrías ser objeto en las próximas horas.
“Al final del día, agradece que ninguno de esos peores escenarios haya tenido lugar realmente.”
Te recomendamos que completes esta hoja de ejercicios a diario durante tres semanas seguidas. Ese es el tiempo que necesita tu cerebro para empezar a formar un nuevo hábito. Sin embargo, incluso completar este ejercicio sólo una o dos veces puede cambiar tu perspectiva y producir un nuevo sentimiento de gratitud.
Este ejercicio del “peor escenario posible” (llamado “premeditatio malorum” por los filósofos que lo han utilizado durante siglos) es una alternativa sin esfuerzo al diario de gratitud. Es bueno para las personas que han experimentado
“La premeditatio malorum (‘la premeditación de los males’) es un ejercicio estoico que consiste en imaginar cosas que podrían salir mal o que nos podrían arrebatar. Nos ayuda a prepararnos para los reveses inevitables de la vida y a desarrollar resiliencia ante la incertidumbre.” – The Daily Stoic
“Esto es extraño, pero quédate conmigo. A veces pienso intencionadamente en las cosas malas que PODRÍAN pasar durante el día. No de una manera ansiosa, sino de una manera sana y a propósito.” – Jordan Brown
“Los estoicos practicaban la premeditatio malorum: meditar sobre lo peor que podría pasar, incluida la inevitabilidad de la muerte ¿Cómo serían las cosas si todo saliera mal mañana? ¿Cómo afrontaría esa situación? ¿Debería esto cambiar mi forma de vivir hoy?” – El estoico consciente