Muchos nos hemos sentido avergonzados por preocuparnos demasiado por nuestra salud. Sin embargo, la ansiedad por la salud no es necesariamente algo malo. Incluso si su preocupación no es grave, a menudo merece la pena comprobarlo. Entonces, ¿cuándo está justificada la ansiedad por la salud? ¿Cuándo y cómo debe defenderse para minimizar el estigma cuando se busca atención médica?

Ignorar los síntomas conlleva riesgos, y a veces el instinto tiene razón

Desde el cáncer hasta los embarazos no deseados, a veces los síntomas surgen aparentemente de la nada. Sin una causa clara, se puede caer en la tentación de ignorarlos, y eso es lo que se hace a menudo.

Según un estudio de la Universidad de Chicago, más del 40% de los estadounidenses evita ir al médico. Y esto puede tener consecuencias terribles. Por ejemplo, entre el 30 y el 50% de las muertes por cáncer podrían evitarse con una atención básica y revisiones rutinarias. Por término medio, las personas con enfermedades autoinmunes sufren más de 4 años antes de recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuados.

Por tanto, puede decirse que es sano tener ansiedad por la salud y tomarse en serio incluso las pequeñas preocupaciones. Por supuesto, es importante reservar los limitados recursos sanitarios para quienes más los necesitan. Pero nunca es mala idea ponerse en contacto con el médico.

Sepa que la ansiedad puede agravar físicamente los síntomas de salud

Es posible que su médico considere la ansiedad como una causa de sus síntomas, especialmente si sabe que padece ansiedad por la salud. Eso escuece, pero su conclusión no suele deberse a que le falte al respeto o no confíe en usted.

Sin duda, la ansiedad puede provocar síntomas físicos. Sin embargo, esto no quiere decir en absoluto que esté “en tu cabeza” Al contrario, si tienes una ansiedad importante, es difícil que no tengas efectos físicos concretos. La mente y el cuerpo juegan entre sí, por lo que la ansiedad por la salud es un arma de doble filo. Puede ayudarte a notar problemas reales, pero también puede magnificar esos problemas por sus efectos en varios sistemas corporales.

Síntomas de salud que pueden ser causados o empeorados por el impacto de la ansiedad en el sistema nervioso y otros sistemas corporales:

  • Mareos
  • Náuseas
  • Tensión muscular
  • Insomnio
  • Dolores de estómago y problemas digestivos
  • Dolores de cabeza y migrañas
  • Temblores
  • Problemas cutáneos
  • Boca seca
  • Sudoración
  • Urticaria

En situaciones como éstas, abordar su ansiedad puede ayudar potencialmente a tratar sus síntomas de salud. Si un médico culpa a la ansiedad de estos síntomas, puede ser una conclusión legítima, y no llamarle hipocondríaco.

Si cree que la ansiedad no es la culpable, entonces le ayudará demostrar que ha hecho todo lo posible para reducir su ansiedad(más sobre esto más adelante).

Compruébese a sí mismo

¿Cómo puede saber si debe insistir en el tema, más allá de la ansiedad, con su médico? ¿Cómo puede saber si la ansiedad por la salud está exagerando su situación?

Cuantos más de los siguientes puntos se cumplan en tu caso, más probable es que no se trate de “sólo ansiedad por la salud”

  • El inicio de los síntomas no coincidió con ningún factor estresante o acontecimiento vital importante
  • Los síntomas no se correlacionan con síntomas mente-cuerpo conocidos (enumerados anteriormente)
  • Los síntomas están causando problemas concretos en mi vida (no sólo son molestos o interesantes)
  • El problema es persistente, no intermitente
  • Tengo mecanismos de afrontamiento eficaces para mi ansiedad

Utiliza la navaja de Occam

Si tiendes a sacar conclusiones precipitadas, utiliza la “navaja deOccam” para echar el freno. La navaja de Occam es la práctica lógica de determinar la cadena de acontecimientos más sencilla.

Utilizar la navaja de Occam para la ansiedad por la salud significa preguntarse: ¿cuál es la explicación más sencilla posible para mis síntomas que tiene sentido en este contexto?

A veces, la respuesta a esa pregunta es “ansiedad” Sin embargo, a menudo la ansiedad no explica completamente la situación. En estos casos, querrás abogar por una mayor atención, pero evitando saltar al peor escenario posible. Esta práctica puede ayudarle a “tranquilizarse” ante la preocupación por una enfermedad rara o catastrófica.

Evitar el estigma médico de la ansiedad por la salud

Si puede estar seguro de que ha abordado los factores que se indican a continuación, comuníqueselo a su profesional sanitario. Son puntos importantes que debes defender para evitar el estigma relacionado con tu ansiedad por la salud.

Aclara cómo te estás cuidando

Explique cómo ha intentado abordar los culpables básicos, como la calidad del sueño, la desnutrición, la falta de ejercicio y el estrés social. Esto ayudará a su médico a determinar el posible papel del estilo de vida en sus síntomas.

Debe hacerle saber que está haciendo todo lo posible por ayudarse a sí mismo (en lugar de regodearse en sus síntomas). Aspectos básicos:

  • ¿Cómo duerme? Duración y calidad
  • ¿Qué ejercicio hace?
  • ¿Cómo es su dieta?
  • ¿Tiene factores de estrés importantes en su vida? ¿Cómo los afronta?
  • ¿Cuenta con una red de apoyo social de confianza?

Describa cómo controla su ansiedad por la salud

Las citas con el médico son tan breves que a veces el médico apunta a la ansiedad porque a menudo no se aborda y puede causar síntomas de salud.

Si está claro que entiendes que la ansiedad podría afectar a tus síntomas y has intentado solucionarla, el médico puede abordar el siguiente culpable más probable. Por lo tanto, descríbale lo que hace para controlar su ansiedad. Algunos ejemplos de lo que podría estar haciendo -o de lo que podría considerar probar antes de descartar la ansiedad como causa de sus síntomas:

  • Terapia
  • Medicación psiquiátrica
  • Suplementos
  • Practicar la atención plena
  • Hacer yoga
  • Acupuntura
  • Masaje
  • Apoyo entre iguales
  • Escribir un diario
  • Respiración abdominal
  • Utilizar la navaja de Occam para los problemas de salud

Explicar cómo interfieren los síntomas en la vida cotidiana

Si sabe que padeces ansiedad, un médico poco generoso podría pensar que estás haciendo una montaña de un grano de arena, sumido en tus emociones y reclamando atención. Podría llegar a la conclusión de que estás preguntando por un problema que no necesita solución.

Hazles saber que no es así, explicándoles cómo tus síntomas interfieren en tu función en el mundo. Describa los efectos concretos que le hacen la vida más difícil de lo necesario. Dale a tu médico “estacas” por ayudarte a encontrar una solución

  • ¿Tiene problemas en el trabajo?
  • ¿Se ve afectada su movilidad?
  • ¿Con qué frecuencia le impiden los síntomas cumplir con sus responsabilidades?
  • ¿Puede mantener una higiene básica?
  • ¿Supone un problema viajar?

Sepa cuándo confiar en su instinto e insista en recibir atención médica

Tener ansiedad por la salud no significa que esté imaginando las cosas que siente, pero puede hacer que se dé cuenta de los problemas de salud antes de que hayan alcanzado el estado “clínico”. Dado que el sistema sanitario no está diseñado para la atención preventiva y se inclina hacia la atención reactiva, los médicos pueden descartar a las personas que detectan problemas en una fase temprana.

A veces, esta indiferencia tiene sentido. En la mayoría de los sistemas sanitarios, los recursos son muy limitados y los médicos deben establecer prioridades. La mayoría de las pruebas y los cuidados son caros. Otras veces, el hecho de que un médico ignore los síntomas no tiene sentido.

Es un arte saber cuándo insistir en que se realicen más pruebas o se tomen medidas médicas. Algunos indicios de que debe confiar en su instinto son los siguientes

  • Empeoramiento del dolor inexplicado por factores relacionados con el estilo de vida
  • Los síntomas aparecen cuando no estás estresado
  • Los problemas interfieren con las actividades de la vida diaria
  • Le preocupa un problema que no se puede tratar, sólo retrasar
  • Tienes antecedentes familiares del posible diagnóstico en cuestión
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En definitiva, recuerde que es humano sentir ansiedad por su salud. La preocupación puede empeorar algunos síntomas, pero no hay por qué avergonzarse de ello. Reconozca la posible conexión entre la preocupación y los síntomas, pero sepa que no siempre es “sólo ansiedad”

Si se siente estigmatizado por su ansiedad por la salud, recuerde que usted es el mejor juez de su propia experiencia, y no es ilógico pecar de precavido.

Especialmente si estás haciendo todo lo posible para aliviar tu ansiedad, suele ser una buena idea confiar en tu instinto.